El gobierno español escondió subvenciones a la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) durante el mandato de José María Aznar entre los años 2000 y 2003.

Según ha adelantado Eldiario.es, el gobierno del PP de Mariano Rajoy y la propia asociación mintieron en el uso que hizo la fundación de una ayuda pública de 150.845,77 euros.

La organización explicó que el dinero se utilizó para digitalizar documentos procedentes del despacho de Francisco Franco, de las dependencias personales del dictador y de donaciones que hicieron personalidades del régimen. El archivo privado recibió la subvención pública a cambio de dejar una copia de la digitalización al Ministerio de Cultura.

Una información que el PP confirmó por escrito en una respuesta parlamentaria en enero del 2017 puntualizando que se utilizó "en el desarrollo de proyectos archivísticos" en una convocatoria de "libre concurrencia". Estas afirmaciones, sin embargo, entran en contradicción con la información a la que ha tenido acceso Eldiario.es a través de documentos y facturas desglosadas en una petición de información al Portal de Transparencia.

La compra de ordenadores e impresoras para la oficina

Los documentos muestran que dos tercios de la ayuda se utilizaron en tareas de microfilmación y el resto se utilizó para otras finalidades como la de comprar material para la fundación o en inversión para la seguridad de su local.

Según las facturas que se han conocido ahora, la Fundación Franco utilizó el dinero público (más un 10% de su presupuesto) para contratar a un auxiliar administrativo durante tres años y para pagar a una asesoría contable y fiscal durante dos años. El diario informa de que los gastos de la asesoría se escondieron como gastos del proyecto de microfilmado.

En el apartado de "operaciones de inversión" se pueden ver numerosos gastos justificados y abonadas con dinero público: un escáner de 204 euros; una impresora y tres ordenadores de unos 1.500 euros; una encuadernadora de 444,27 euros; unos cartuchos de impresora, unos armarios archivadores de microfilm y un vídeo adquirido en El Corte Inglés por 138 euros; entre otros gastos menores. En la factura, del 2001, también se pidió una ayuda para pagar una televisión de 834,34 euros que no fue concedida por no estar "adecuadamente justificada".