Madrid volvió a salir a las calles como hacía muchos años que no lo hacía para defender el modelo de sanidad pública que los médicos de la región consideran que está en peligro por culpa del gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Centenares de miles de personas se concentraron en la capital española para demostrar su rechazo a las políticas que está llevando el gobierno regional, y aunque la mayoría eran personal sanitario, también se añadieron muchos de los ciudadanos afectados por la mala salud de la sanidad pública en Madrid, así como personajes famosos y también los políticos de izquierdas madrileños. Por eso, desde un primer momento, la estrategia de los populares ha sido ignorar el éxito evidente de esta convocatoria, que superó las expectativas de sus organizadores, y no darle ningún tipo de validez, ya que un 99% de los ciudadanos no ha participado. Ayuso se ha pronunciado por primera vez sobre esta manifestación en un desayuno informativo, después de intentar minimizar los efectos de la huelga del personal sanitario de urgencias y de la atención primaría, y lo ha hecho en la misma línea, desacreditando la protesta y reduciéndola a un "boicot de la extrema izquierda" contra su gobierno.

En su intervención, la presidenta madrileña ha asegurado que la izquierda quiere boicotear la sanidad madrileña con este tipo de acciones, tomando las calles y los hospitales y "haciendo creer a sus ciudadanos que tienen una mala sanidad incluso en medio de una crisis internacional de los modelos sanitario, es excelente, comparada con cualquier lugar del mundo". Este convencimiento de Ayuso choca con los datos oficiales, que sitúan a la comunidad dirigida por Isabel Díaz Ayuso en la cola de inversión, con una cifra total de 1.300 euros por persona y año, seguimiento de Andalucía y Murcia, las tres gobernadas por el partido popular. Catalunya se sitúa en la cuarta posición por la cola, mientras que el País Vasco lidera el ranking. Así, para  la presidenta de la comunidad, el problema va más allá de un deterioro de los servicios públicos que reconoce, si no que además, los partidos de izquierda "impiden un debate sereno para una reforma necesaria en un mundo que envejece y que demanda servicios universales y de calidad".

Dispuesta a hablar con los médicos para mejorar las condiciones

Ayuso también ha contestado de manera implícita a una de las principales críticas que hacían a los médicos que han asistido a la manifestación para defender la sanidad pública, que se quejaban de la falta de diálogo de la presidenta y el consejero del ramo. Por eso, la dirigente ha asegurado que siempre estarán dispuestos a "escuchar los médicos y enfermeros para mejorar sus condiciones", intentando suavizar su discurso contra estos profesionales, de quién en alguna ocasión ha dicho que eran unos vagos que no querían trabajar. En esta ocasión, ha dicho de ellos que son "indispensables porque la protección de la salud que es un derecho constitucional y porque su bienestar profesional es esencial para poder disponer del mejor sistema sanitario.

Así, Ayuso ha desviado a las críticas contra los médicos para centrarse en los partidos de izquierdas que han animado a los madrileños a participar de la manifestación, especialmente Más Madrid y Unidas Podemos, con sus líderes formando parte de la multitud que ha salido a las calles. "Cuando desde el activismo de izquierdas intentan confundir a la opinión pública diciendo que un centro sanitario 24 horas tiene que funcionar como un pequeño hospital, o cuando nos ponen el miedo al cuerpo diciendo que la videoconferencia sanitaria sustituye a un médico de urgencias, hacen eslóganes desde la falsedad. Si los activistas de izquierdas fueran a nuestros hospitales, quizás habría menos demagogia", ha remachado la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se ha visto obligadas a hacer declaraciones sobre la manifestación después de que fuera un éxito de convocatoria.

ETA y Catalunya para desviar la atención

Así y todo, como siempre, Isabel Díaz Ayuso ha sacado sus dos temas preferidos, ETA y Catalunya, para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez e intentar desviar el foco sobre su persona y su gobierno, que no había tenido que enfrentarse a ninguna situación como esta durante su mandato. Antes de referirse a la concentración, ha animado en la población a no dormirse ante lo que para ella es un intento claro del gobierno de coalición y sus socios parlamentarios de instaurar en España "una República Federal Laica de facto", recuperando la idea de que Sánchez quiere proclamar la república que alarmó incluso en Vox. Sobre la reforma de la sedición, Ayuso ha criticado la estrategia del presidente del Gobierno, asegurando que supone "la rendición de la democracia y del estado de derecho".