Isabel Díaz Ayuso y defiende con uñas y dientes a su pareja, Alberto González Amador, acusado de fraude fiscal y de cobrar comisiones por contratos de mascarillas “Está sufriendo la manipulación de una inspección de Hacienda que solo se ha orquestado para hacerme daño a mí”, ha proclamado en una rueda de prensa desde Leganés. La presidenta madrileña ha asegurado que se trata de un “caso turbio de todos los poderes del Estado contra un ciudadano anónimo” al que Hacienda “debe casi 600.000 euros”. “Es un ciudadano particular que está siendo asediado por todo el poder del Estado porque es mi pareja”, ha exclamado. Para la presidenta madrileña, lo más “turbio” es ver “todos los poderes del Estado filtrando datos de un particular a todas las redacciones para intentar destruir a un político por tener una relación sentimental”.

Ayuso ha entrado en el cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez. A primera hora, el presidente español ha exigido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que tenga “coraje” para exigir la dimisión de Ayuso, y la presidenta madrileña ha recriminado a Sánchez que esté “sentado en la corrupción política y económica”, cosa que no conseguirá “tapar” aunque pida “1.000 veces” su dimisión. “Sánchez busca desestabilizarme a través de mi destrucción personal cuando el único destruido aquí es él. Que se relaje, lo veo un poco nervioso. Alguna cosa pasa en la Moncloa para estar así de nervioso, quizás le convienen unas vacaciones en Republicana Dominicana”, ha proclamado.

La reacción de Ayuso llega horas después de que se haya sabido que su pareja, Alberto González Amadorcobró dos millones de euros en comisiones por contratos de mascarillas. Concretamente, este sería el origen del presunto fraude fiscal por el que está acusado y que Hacienda cifra en 350.951 euros. Además, a González también se le atribuye un delito de falsedad documental por haber presentado facturas falsas con el supuesto objetivo de rebajar los beneficios extraordinarios de sus empresas.

 

“Una inspección fiscal salvaje y sacada de quicio”

Ayuso ha sostenido que su pareja “está sufriendo una inspección fiscal salvaje y sacada de quicio” que “se ciñe a una etapa de su vida” cuando todavía no salían juntos y que tiene el único objetivo “de retrasar los casi 600.000 euros que le debe Hacienda”. La líder del PP de Madrid ha negado que haya “ninguna trama ni sociedades pantalla” y ha replicado que “es falso que sea él quien deba 350.000 euros”. “La próxima vez que salga con alguien, le pediré el currículum, si ha tenido una inspección de Hacienda y el certificado de vacunación”, ha ironizado. Manteniendo su estilo, ha sostenido que si ella “es culpable de alguna cosa, es de tener una relación con un ciudadano anónimo” y ha aseverado que ha cometido “el error de empezar una relación sentimental a los 45 años y no a los 20” y “el pecado de vivir con una persona que le va mejor económicamente”.

Asimismo, ha afirmado que Alberto González no tiene “un solo contrato con la Comunidad de Madrid” y ha exclamado que “se está mezclando todo en una persecución política escandalosa en la que todo huele a turbio”. Se ha referido a cómo se inició la inspección, a cómo se ha desarrollado, a las filtraciones que ha habido y al hecho, según ha sostenido la presidenta madrileña, de que “todos los medios próximos al Gobierno salieran con los mismos argumentos”. También ha replicado que el “principal incremento patrimonial” de Alberto González fue “con el principal proveedor del Gobierno de Sánchez” y que el piso donde viven “no es de un millón y está hipotecado”.