El Ayuntamiento de Canet de Mar (Maresme) ha hecho un llamamiento para "rebajar la tensión" y trabajar en pro del "civismo, el diálogo y la tolerancia" en el municipio. El pleno municipal ha aprobado por unanimidad una moción para condenar de forma "enérgica" los hechos ocurridos el pasado 21 de mayo cuando un grupo de personas con la cara tapada arrancó varias cruces amarillas que el Comitè de Defensa de la República (CDR) había instalado en la playa de la población y agredió varios miembros de este colectivo.

El texto, que ha contado con el apoyo de los diecisiete representantes del consistorio, también insta a los servicios jurídicos municipales "a que estudien la posibilidad de denunciar las agresiones sufridas por ciudadanos y ciudadanas del pueblo por parte de radicales y acabar con la impunidad que disfrutan para cometer este tipo de actos". La alcaldesa de la población, Blanca Ardell, se ha mostrado muy satisfecha que finalmente se haya podido llegar a este consenso "por el bien de Canet" y ha lamentado que "venga gente de fuera a perturbar la paz del municipio".

El texto que se ha aprobado este jueves recuerda que desde hace tiempo la ciudadanía de Catalunya ha mostrado al mundo su voluntad de cambiar las cosas "con manifestaciones masivas, festivas y sobre todo pacíficas con el único objetivo de reivindicar tanto la libertad individual como la colectiva de una idea compartida por una gran mayoría del pueblo catalán".

En la moción el consistorio dice "basta" a esta violencia y advierte que lo hace "desde el sentimiento de impotencia ante las injusticias sufridas" pero con "perseverancia y tozuda constancia, siempre desde el pacifismo y con acciones constructivas y nunca destructivas"

Por todo ello acuerda "hacer un llamamiento para rebajar la tensión, porque esta se transmite a la ciudadanía y deriva en enfrentamientos, agresiones verbales y físicas".
Al mismo tiempo insta a los servicios jurídicos municipales a que estudien la posibilidad de denunciar los autores de las agresiones que sufrieron varios habitantes del pueblo y reclama a las autoridades supramunicipales y al gobierno español, "que paren esta oleada de violencia contra un colectivo esencialmente pacífico".

La alcaldesa de Canet de Mar, Blanca Ardell, se ha mostrado muy satisfecha que finalmente se haya podido llegar a este consenso y ha pedido que todo el mundo se conjure contra esta oleada de violencia. "Todo lo que pasó el lunes fue lo bastante grave para llamar a la calma e instar las instituciones para que lleguen a un diálogo porque lo único que queremos es denunciar los hechos cometidos por grupos de extrema derecha que son de fuera del pueblo y no estamos de acuerdo en que vengan y nos provoquen", ha advertido la alcaldesa.

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En este sentido se han expresado el resto de representantes de la corporación. Desde la CUP, Marc Jiménez, ha reconocido que añadiría varios aspectos al texto que se ha aprobado, pero se ha mostrado partidario de llegar a un acuerdo por el bien del pueblo. "No es lo mismo la gente que está en un ambiente festivo que la que viene con hostilidad y pienso que todo el mundo tiene derecho a defender sus ideales y yo nunca iré a pegar a nadie", ha apuntado. Asimismo ha remarcado que las personas que protagonizaron estas agresiones eran miembros "de un grupo radical fascista".

En esta dirección se ha expresado el segundo teniente de alcalde del municipio, Lluís Llovet (ERC), que ha dicho que este texto no es el que los republicanos habían planteado inicialmente. "Hemos intentado llegar a un consenso porque creemos que Canet puede ser un ejemplo que partidos que van de la derecha a la izquierda digan que la violencia no es la solución", ha indicado.

Por su parte, el portavoz del PP, Jose Antonio Romero, ha considerado que "cualquier ataque violento tiene que ser erradicado de la sociedad". Romero se ha mostrado partidario de intentar "rebajar la crispación que hay en la calle", aunque ha reconocido que su formación tiene una visión diferente a la de otros partidos del pleno. En esta línea ha apostado por hacer un esfuerzo desde el ámbito municipal, ya que desde otras esferas "parece que no está siendo posible".

Sílvia Tamayo (PSC), ha dicho que el objetivo de esta moción es "dar ejemplo" porque los cargos electos tienen la obligación de velar por la convivencia y el respeto.

Cinco heridos y treinta identificados

Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de mayo cuando un grupo de personas con la cara tapada irrumpió en la playa de Canet para llevarse decenas de cruces amarillas que el CDR había instalado en el espacio. Las cruces formaban parte de un montaje para defender la "llibertat" y denunciar la "muerte de la democracia". La acción provocó un enfrentamiento con las personas que las habían instalado, con agresiones entre los dos bandos. Varias dotaciones de la Policía Local y los Mossos d'Esquadra intervinieron para resolver el conflicto.

A raíz del enfrentamiento la policía identificó a una treintena de personas y constató que había cinco heridos leves, correspondientes a los dos bandos. Entre estos está el concejal de la CUP, Marc Jiménez y dos miembros del CDR local que ya ha presentado una denuncia ante los Mossos d'Esquadra por lesiones y robo.

Al día siguiente de los hechos, el grupo Els Segadors del Maresme, que se presenta como la brigada de limpieza de símbolos y carteles independentistas en las calles de esta comarca, reivindicó la acción a través de un comunicado. El texto señala que retiraron las cruces porque "perturban la convivencia, usurpan derechos de ocupación de los espacios comunes y distorsionan la imagen de la costa catalana".

Toque de alerta para Millo

La alcaldesa de Canet de Mar ha explicado a la ACN que ya ha recibido la carta en que el delegado del gobierno español, Enric Millo, pide "neutralidad" en los espacios públicos. "La neutralidad ya nos encargamos nosotros de hacerla cumplir y nosotros creemos que cualquier manifestación que se haga con banderas españoles, lazos o esteladas, mientras se haga pacíficamente se tiene que respetar y el señor Millo que se ocupe de su trabajo que los alturas y alcaldesas nos ocuparemos de la nuestra", ha advertido.