El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha comparecido este jueves en la comisión del Congreso de los Diputados que fiscaliza la obra de gobierno de su Ministerio. Por caprichos del destino, durante su comparecencia Adif ha tenido que informar de que los trenes de alta velocidad con origen o destinación Madrid se han visto afectados con paradas y retrasos a causa de una caída de los servicios informáticos. Puente, en su discurso inicial, ha reconocido que el principal problema del transporte ferroviario en el Estado español es el "material rodante" y ha informado de que, si todo va bien, a principios de año llegarán los nuevos 500 trenes que se han comprado para las redes de Rodalies de Catalunya, Madrid y el resto del Estado. "Están en fase de pruebas y a principios de año empezaremos a recibir dos trenes a la semana para ir incorporándolos a nuestra flota", ha explicado. Y ha sido entonces cuando ha querido "anticipar" a los usuarios de estas redes de trenes que el servicio funcionará entonces aún peor que actualmente.
"El material ferroviario tiene una curva de incidencias muy definida; tiene forma de 'V' con una parte central bien plana; cuando el material es nuevo tiene muchas incidencias, después no tiene y en los últimos años de vida vuelven a crecer", ha explicado en esta comisión. Y entonces ha añadido que "los dos próximos años nos encontraremos en las dos partes de esta curva, con material nuevo que dará algún problema por pecar de juventud, así como material en sus últimos años de vida". "Pero necesitamos más trenes" y "no podemos estar 15 años sin incorporar nuevos y después incorporar 400 de golpe porque eso implicaría que la obsolescencia llegara al mismo momento", ha argumentado con el fin de defender una "adquisición periódica" de trenes.
Cuando ha sido el turno de los diputados independentistas, han denunciado nuevamente el caos ferroviario que se vive en Catalunya en el servicio de Rodalies. El primero a hacer uso de su turno de palabra ha sido Isidre Gavín, de Junts. En su intervención, ha cargado contra el "fracaso estructural" del modelo ferroviario español, con un formato de gestión centralizado que no entiende que "el transporte público hace falta gestionarlo desde la proximidad". Ha criticado al ministro por sacar pecho de haber mejorado las cifras de inversión en Catalunya, porque, a pesar de ser cierto, se está invirtiendo una cantidad normal que no corrige la desinversión acumulada por los ministros del PP y el PSOE que lo han precedido en el cargo. Más tarde, Puente se ha defendido diciendo que el ejecutivo de Pedro Sánchez está invirtiendo el máximo en Catalunya sin tener que provocar cortes en la red. Es decir, con el fin de no dejar a los viajeros sin servicio.
En los mismos términos se ha expresado Inés Granollers. La diputada en el Congreso de Esquerra Republicana ha recordado al ministro socialista que "lo que se vive en Catalunya no son incidencias puntuales, sino un caos crónico marcado por decisiones políticas acumuladas durante décadas". Le ha reconocido, a pesar de todo, que sea "el primer ministro del Estado español que haya admitido que no se invirtió suficiente en Catalunya". Aparte de aportar datos demoledores —como que en 2024 la red catalana acumuló 10.000 incidencias y la madrileña solo 1.000—, ha criticado la mala comunicación del Ministerio, de Adif y Renfe para comunicar incidencias a los usuarios.