Los impedimentos del Tribunal Supremo a que los presos políticos puedan declarar en catalán con normalidad ha provocado una avalancha de críticas. La sala no ha permitido la traducción simultánea y sólo ha autorizado la traducción consecutiva frase a frase, que los acusados han desestimado al no ser operativa en un juicio. No se ha permitido a los abogados hablar en catalán, y tampoco lo podrán hacer los testigos.

La decisión del Supremo ha sido muy criticada durante todo el día a la red, especialmente desde Catalunya. También el hecho de que el magistrado Manuel Marchena relacionara el uso del catalán con razones "emocionales" y no con derechos.

Estas son algunas de las reacciones: