Austria ha dejado en evidencia España, por la manera contundente de preservar los valores democráticos impidiendo la memoria a Adolf Hitler. Mientras que en España la tumba de Francisco Franco se puede visitar en el cementerio de Mingorrubio en El Prado y la Fundación Francisco Franco es legal, el ministro del Interior austríaco, Wolfgang Peschorn, ha anunciado que la casa natal de Hitler en Braunau am Inn se convertirá en una comisaría de policía.

El motivo es que el gobierno austríaco quiere impedir con contundencia que sea un lugar de peregrinación de neonazis. "Que la policía sea la usuaria de la casa es una señal inequívoca de que este edificio nunca más evocará la memoria del nacionalsocialismo", ha indicado el ministro.

Un testigo local ha reconocido que hasta ahora la casa atraía las visitas de ultras. "Antes, cuando era el aniversario de Hitler, el 20 de abril, mucha gente venía a encender velas y a poner flores. Eso ya se paró hace tiempo. Ahora la gente venía y hacía fotos", señala.

Para las obras de la comisaría se ha abierto un concurso al que se podrán presentar arquitectos de toda la UE durante este mes, y a mitades de 2020 se declarará el diseño ganador.