El gobierno de Austria ha anunciado medidas excepcionales para evitar que el incremento del precio del gas y de la luz repercuta en los ciudadanos, y entre ellas destaca que rebajará hasta un 90% los impuestos que graban en estos dos conceptos. La medida deja en evidencia al presidente español, Pedro Sánchez, que se ha negado a aplicar estas políticas directas y lo fiaba todo a un acuerdo europeo, y además hoy ha anunciado que incluso renunciaba a esta opción. La semana pasada, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, aseguró que pedirían en la Unión Europea recuperar el tope de 180 euros por MWh, en un intento de revertir la subida descontrolada de los precios de la electricidad. Però hoy también ha renunciado a ello, y sólo habla de desacoplar el precio del gas del precio de la electricidad.

900 euros de ahorro por familia

 

El gobierno de Austria en cambio ha decidido destinar 2.000 millones de euros a paliar el impacto del incremento de precios de la energía en la industria y los ciudadanos, y llegará a los 4.000 millones a mediados del 2023. Ha descartado vías como la de imponer un techo temporal a los precios de la energía, porque busca "medidas a más largo plazo para reaccionar ante la inflación prevista". El ministerio de Economía austríaco calcula que el conjunto de medidas supondrá, hasta mediados de 2023, un ahorro de unos 900 euros para una familia que haga unos 50 kilómetros de desplazamientos diarios. El ahorro llegará "a los 20.000 euros en el caso de un hotel con 50 empleados, y será de unos 3 millones de euros si se trata de una gran empresa industrial". Las medidas se empezarán a aplicar ahora y hasta junio del 2023, según el ministro de Economía austríaco, Magnus Brunner.

Otro objetivo del paquete es aumentar los fondos para impulsar las energías limpias, sobre todo la eólica y la solar, lo que, más allá de ser necesario para combatir el cambio climático, se ha vuelto urgente después de la invasión rusa de Ucrania, según ha destacado la ministra de Energía austríaca, Leonore Gewessler. Un 80% del gas que consumen los austríacos proviene de Rusia y el país alpino, que tiene contratos con Moscú que están cerrados hasta el año 2040, no puede prescindir de este suministro a corto plazo. "Austria transfiere cada día dinero a Rusia, un dinero que también se utiliza para la guerra contra Ucrania. Esta es una verdad amarga", ha admitido la ministra. Además, el plan también prevé que para los años 2022 y 2023, se incrementan en 120 millones de euros los programas de financiación para hacer el cambio a coches eléctricos y vehículos comerciales electrónicos.

Francia, también

 

Recientemente, el gobierno francés presentó también un plan de choque para atenuar el impacto de la escalada de los precios de la energía, que incluye el pago de la mitad del sobrecoste del gas y de la luz en las empresas en riesgo de sufrir pérdidas por la subida de los costes. El primer ministro, Jean Castex, ha especificado que todas las compañías se beneficiarán de esta medida, siempre que el gas o la electricidad represente más del 3% de su facturación y que puedan caer en números rojos este año por culpa de la crisis energética. Es decir, no tendrán nada que ver ni el sector ni el tamaño de la empresa. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha adelantado que los sectores que más se acogerán a estas ayudas serán los de la metalurgia, la industria química, el papel y el cartón, las industrias agroalimentarias y los agricultores.

Estos son los impuestos que se pagan en combustibles en el Estado español: