Rodrigo Rato ya no dormirá más en prisión. La Audiencia Nacional ha dado el visto bueno a la libertad condicional del expresidente de Bankia a propuesta del Centro de Inserción Social donde estaba ingresado. Los motivos que han llevado a su libertad son su edad, actualmente tiene 71, "el buen comportamiento y la antigüedad de los hechos por los cuales ingresó a la prisión". Estas son las motivaciones según recoge el acta.

Aplauden el buen comportamiento de Rato

El juez tiene en cuenta que Rato ingresó "de forma voluntaria y ya tenía un régimen de semilibertad, la responsabilidad civil pagada de forma íntegra y cumplía todos los requisitos, excepto el de no haber extinguido las tres cuartas partes de la condena". Además, también se acompaña de un informe favorable del Ministerio Fiscal.

Por su parte, Rato tiene la obligación de establecer su lugar de residencia y fijar un domicilio que tendrá que comunicar al juez y, desde servicios penitenciarios, le harán un seguimiento. En definitiva, un trámite burocrático que la ley ya contempla. El titular del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha firmado el escrito.

El juzgado central de vigilancia penitenciaria concede este beneficio a Rato que, desde el pasado 25 de octubre del 2018, cumplía una condena de cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida por el caso de las tarjetas Black. Aunque el pasado mes de octubre, obtuvo el tercer grado.

El exvicepresidente del gobierno popular estaba ingresado en la prisión madrileña de Soto del Real y controlado de forma telemática por los servicios penitenciarios. El también exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) había pedido perdón por el entramado del escándalo aunque siempre había defendido su inocencia a la salida a bolsa de Bankia con el argumento que la operación contó con el visto bueno de todos los supervisores.

Acta de la Audiencia Nacional de la libertad condicional de Rodrigo Rato

El escándalo de las tarjetas

El año 2018, Cazo va ser condenado por el escándalo conocido como el de las tarjetas black, a través de las cuales 86 miembros de Caja Madrid y, posteriormente, Bankia disfrutaron del dinero que procedía de tarjetas opacas de esta entidad financiera que no declararon a Hacienda. El 5 de mayo del año pasado, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario madrileño optó por no otorgarle el tercer grado a Rato, en una votación ajustada donde se impusieron los partidarios de no ofrecerle este beneficio. En esta, se consideró el tiempo de condena de Rato y los procesos judiciales que tenía pendientes.

Después de este rechazo, las autoridades penitenciarias, tenían que revisar la clasificación de Rato en un periodo de seis meses, pero decidieron otorgarle el régimen de semi libertad sólo cinco meses después. Esta decisión tuvo lugar, precisamente, dos días después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decidiera absolver a Rato y otras 34 personas por la salida de Bankia a bolsa.