El último viaje del president de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, ha sido a las Islas Feroe, una nación autónoma que forma parte de Dinamarca, donde ha mantenido reuniones con políticos y diputados de este territorio y, además, ha participado en unas jornadas internacionales sobre el derecho a la autodeterminación en el siglo XXI compartiendo cartel con representantes de Escocia y Nueva Caledonia.
Situado entre Escocia, Islandia y Noruega, el archipiélago ha ido asumiendo cada vez más competencias en aspectos claves para la vida en las islas. Ahora, sin embargo, están trabajando en una nueva Constitución que reconozca explícitamente el derecho a la autodeterminación. La población está dividida entre los que quieren seguir formando parte de Dinamarca o convertirse en un estado propio. Un reportaje de la ACN muestra por qué aseguran que este proceso no es "traumático" y cuál es la principal diferencia entre las Feroe y Catalunya.
Las Islas Feroe están bajo la autoridad de Dinamarca en materias como justicia, policía, inmigración o regulación financiera. El pasado 25 de abril, las islas tenían que celebrar un referéndum que blindara su derecho a la autodeterminación. La cita, sin embargo, se tuvo que posponer después de no llegar a un consenso sobre el borrador presentado. "Estamos trabajando", afirma el vice primer ministro de las Islas, Høgni Hoydal. La población, sin embargo, no ve esta disyuntiva como un problema. Afirman que no tienen prisa y subrayan que la relación con Dinamarca es "excelente".
"La independencia no es una fuente de conflicto"
"Somos diferentes, no tenemos nada que ver con Dinamarca, tenemos una lengua propia, una cultura propia", explica uno de estos pescadores, ahora ya jubilado, Birgir Enni. Se declara abiertamente independentista y sostiene que el incremento de autonomía irá aumentando año tras años hasta que llegue el momento de ser un país soberano. "Espero verlo con mis propios ojos", explica.
No obstante, Enni reconoce que la relación con Dinamarca es "buenísima". "A diferencia de otras naciones, nosotros no hemos tenido nunca ninguna guerra, hemos conseguido llegar a todos los acuerdos a través del diálogo", expone. Este diálogo pausado, sin embargo, modera el proceso más de lo que él querría. "Pero se tiene que hacer bien, no tenemos prisa", ha añadido.
Heidi Lauristen representa el otro punto de vista. Nacida en las Feroe pero criada en Dinamarca, asegura que "somos demasiado pequeños y no tenemos una economía suficientemente fuerte, creo que juntos las cosas nos van mucho mejor". También afirma que la autonomía ya permite proteger la lengua y la cultura propias de las Feroe y, al mismo tiempo, "tener un buen nivel de vida".
A pesar de apostar claramente por el 'no' en caso que se celebrara un referéndum de autodeterminación, considera que la independencia no es, para la sociedad feroesa, una fuente de conflicto. "Son negociaciones políticas", concluye.
Diferencia entre Catalunya y las Feroe
Los habitantes de las Feroe que asistieron como público a la conferencia sobre el derecho a la autodeterminación en el siglo XXI donde participó Carles Puigdemont coinciden en destacar que creen que la principal diferencia entre Catalunya y las Feroe es la posibilidad de diálogo con los estados. "Para nosotros es impensable que haya líderes políticos en la prisión", concluye Enni.