Los obstáculos y presiones que la diplomacia española ha impuesto a la visita que el conseller de Exteriores, Raül Romeva, ha hecho a Suecia, entre el domingo y ayer martes, han provocado que incluso la prensa de aquel país se haya hecho eco.

En el marco de este viaje, Romeva ha participado en un encuentro con un think tank denominado Utrikespolitiska institutet (UI), financiado en buena parte por el ministerio de Asuntos Exteriores sueco. Según el diario Dagens Nyheter, el embajador español en Suecia, Javier Jiménez-Ugarte, habría presionado para que este centro no recibiera a Romeva.

Quebradero de cabeza diplomático

El diario, que da un repaso al pulso que el Gobierno catalán mantiene con el Estado español, reconoce que la visita ha sido una prueba diplomática complicada para el ministerio de Exteriores sueco y que Madrid interpretaba los encuentros políticos previstos como "interferencia sueca en asuntos internos españoles".

También el diario Svenska Dagbladet, que el sábado publicaba un artículo de Romeva, bajo el título La democracia está en juego en España, recogía en un recuadro al final del texto que la embajada española había "protestado" por la visita de Romeva.

Las presiones del embajador Jiménez-Ugarte no evitaron que se celebraran las reuniones previstas. No obstante, sí consiguieron imponer la presencia de un agregado cultural de la embajada española a la reunión que Romeva celebró con el think tank sueco.

Jiménez-Ugarte fue número tres de Federico Trillo en el Ministerio de Defensa. A raíz del accidente del Yak-42 en que el año 2003 murieron 62 militares españoles que volvían de Afganistán, recibió fuertes críticas por el trato que dio a las familias de las víctimas. Fue nombrado para ocupar la embajada sueca en el mismo consejo de ministros que destinó Trillo a Londres.

Respuesta española

Las interferencias diplomáticas españolas contra las salidas al exterior de representantes del Govern no son nuevas. El pasado mes de abril durante un viaje del conseller de Empresa i Coneixement, Jordi Baiget, a los Estados Unidos las intervenciones del consulado estuvieron a punto de impedir la firma de un acuerdo de cooperación empresarial en Miami.

Precisamente, el viernes pasado, la vicepresidenta en funciones del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, admitió que el ejecutivo de Mariano Rajoy ha puesto en marcha una acción diplomática para contrarrestar el mensaje que expone el Govern en el mundo. El objetivo, según la número dos del Gobierno, es aclarar “cosas que no son” en relación al discurso que explica el Ejecutivo catalán.