La concejala de Junts per Catalunya Elsa Artadi se ha plantado esta mañana en la calle Consell de Cent de Barcelona para exigir a la alcaldesa Ada Colau que acepte los errores de la nueva movilidad que quiere impulsar, especialmente en la zona del Eixample de Barcelona. Uno de los aspectos más criticados, por la oposición pero también por entidades y colectivos, son los muros de hormigón que cortan la circulación por un carril de algunas calles.

Ayuntamiento de Barcelona Movilidad Bloque|Bloc Hormigón

Asiento de hormigón vacío y reservado a los peatones

La finalidad de estos es dar más espacio a los ciclistas y peatones, sin embargo, viendo los resultados, la mayoría de los que pasean no se sientan en este tipo de bancos gigantes. Tampoco ha encontrado la aprobación de la movilidad privada. Más allá de criticar las restricciones, también avisan del peligro que comportan estos elementos urbanos.

En este sentido, Artadi es donde ha incidido más: "Exigimos a la alcaldesa que retire estos elementos rígidos que ha puesto en esta estrategia de urbanismo táctico, que puede tener sentido, pero se tienen que preservar las medidas de seguridad. Separar el espacio por donde van las bicis o los motociclistas con elementos rígidos de hormigón es arriesgado y no cumple con las condiciones ergonómicas y de integridad física de las personas". Hay que recordar que este plan de movilidad ya supera los cinco millones de euros desde que se puso en marcha durante la pandemia por el coronavirus y no ha sido consultado ni informado antes de aprobarlo.

Artadi, acompañada de su equipo en el consistorio, avisa de que actuará si hace falta ante la justicia para parar este proyecto: "Señora Colau, retírelo inmediatamente antes de que tengamos que lamentar un accidente y tome decisiones ya antes de que sea demasiado tarde. Traemos un ruego y esperamos que acepte medidas para la ciudadanía. Nos reservamos herramientas administrativas y judiciales, es un riesgo innecesario que no podemos tener". Motoristes BCN, uno de los colectivos más afectados, también lleva días pidiendo tomar medidas. Finalmente se pudieron reunir con el gobierno de Colau, pero, de momento, no se ha avanzado en este punto.

El peligro de esta nueva movilidad no acaba con los muros de hormigón. Muchos usuarios también lamentan que la pintura que se utiliza para reinterpretar la circulación no es antideslizante y ya se han producido algunos accidentes en la vía pública, especialmente con la pintura azul. Por otra parte, tampoco entienden el sentido de estos espacios, y gremios como el de la restauración, la Patronal Fecavem o asociaciones de comerciantes como los próximos a Via Laietana alertan de las consecuencias económicas que puede tener restringir la movilidad y hacer modificaciones sin ser consultadas.