El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha denunciado las condiciones de la visita que ha hecho junto con los consellers Ester Capella y Ernest Maragall en Estremera por hacer el traspaso de carteras con los consellers Oriol Junqueras y Raül Romeva. "No son las condiciones adecuadas para representantes del Govern y que se habían dado en otras ocasiones, no hemos tenido ni sala de trabajo ni tiempo suficiente para hacer un buen intercambio de los planes de trabajo", ha lamentado.

La visita se ha hecho en el locutorio habitual donde los presos y las visitas están separados por un cristal y sólo han dispuesto de 40 minutos para cada uno. Además, ha denunciado "la arbitrariedad" del Ministerio del Interior por no permitir las visitas del resto de consellers. A pesar de las condiciones, Aragonès ha asegurado que han tenido tiempo de trabajar "a fondo" y ha dicho que la acción de las conselleries de Junqueras y Romeva se mantendrá en la misma línea.

"Hemos trasladado las prioridades de cada departamento que, evidentemente, coinciden con el trabajo hecho anteriormente", ha dicho. También afirma que se les ha encontrado "fuertes". "No están ni avergonzados ni se sienten culpables porque no han cometido ningún delito", ha manifestado desde las puertas d'Estremera, añadiendo que su encarcelamiento preventivo es "una venganza adelantada a la sentencia".

Aragonés, Capilla y Maragall en Estremera - ACN

El objetivo de la visita a Estremera de los consellers es escenificar el traspaso de carteras y denunciar en las condiciones que se tiene que producir por el encarcelamiento preventivo de buena parte de sus predecesores.

La "arbitariedad" de Zoido

Por otra parte, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha denunciado "la arbitrariedad" del Ministerio del Interior a la hora de autorizar las visitas, ya que otros consellers que lo habían solicitado todavía no han conseguido el permiso. Es el caso de Miquel Buch (que tiene que hacer traspaso con Quim Forn), Elsa Artadi (con Jordi Turull), Damià Calvet (con Josep Rull) y Chakir El Homnari (con Dolors Bassa).

Aragonès ha ido hasta Estremera con los consellers de Acció Exterior, Ernest Maragall, y también con la de Justicia, Ester Capella, que ya hizo el traspaso de poderes con Carles Mundó pero que les ha acompañado. Capella es abogada y, como diputada en el Congreso, ha visitado en varias ocasiones los encarcelados en Estremera.

40 minutos y a través de un cristal

Al salir de la visita, Aragonès ha denunciado las condiciones de la visita. Este lunes, el presidente, Quim Torra, pudo reunirse durante dos horas con Rull, Turull, Forn, Junqueras y Romeva en una sala de trabajo. En cambio, 24 horas más tarde, el número 2 del Govern de la Generalitat se ha encontrado con Junqueras en el locutorio (y, por lo tanto, a través de un cristal) y sólo durante 40 minutos. El mismo ha pasado con la reunión prevista entre Raül Romeva y Ernest Maragall, que se ha producido a través de un cristal y ha durado también 40 minutos.

Aragonés, Capilla, Maragall Estremera - ACN

A pesar de las condiciones, el vicepresidente ha dicho que han podido trabajar en "fondo" y que han podido constatar que habrá continuidad en los programas de los dos departamentos.

"Están fuertes"

Según Aragonès, la visita les ha servido para "constatar la injusticia" de la prisión preventiva. "Que dos personas de su dignidad y compromiso con la paz y los derechos humanos estén encarcelados es una decisión arbitraria e injusta", ha denunciado desde las puertas de la prisión.

Además, ha remarcado que la tipificación penal está "cuestionada en Europa y por expertos del ámbito penal en España" y considera que la prisión preventiva es una "venganza adelantada a la sentencia". Sin embargo, asegura que están "fuertes". "Tienen la fortaleza de los que saben que están aprisionados de manera injusta, que no han cometido ningún delito y por lo tanto no están avergonzados ni se sienten culpables", ha dicho el vicepresidente.

Aragonès ha declinado valorar los nombres del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez, entre ellos los ministros catalanes Josep Borrell y Meritxell Batet.