Otra vez la mesa de diálogo. Si bien todavía no ha transcendido ningún avance que haya conseguido este instrumento, su protagonismo es innegable en la actualidad política. Hoy ha vuelto a formar parte del diario de sesiones cuando, una vez más, los socios de Govern han jugado a tirársela por encima de la cabeza. Ha sido durante la sesión de control al president celebrada en el Parlament cuando Pere Aragonès ha invitado a Junts a volver a sentarse con miembros que formen parte del ejecutivo.

"Vuelvo a alargar la mano para que se sumen al proceso de negociación de gobierno a gobierno que tiene que permitir avanzar. Los invito a acompañarnos", ha expuesto Aragonès, a lo que el president de Junts, Albert Batet, ha contestado que la voluntad de diálogo es total y que solo hace falta que levanten el veto "a personas que han estado en prisión por defender los derechos de Catalunya y el 1-O". Unas declaraciones que se reiteran más de un mes después de que Aragonès dejara a Junts fuera de la mesa por los nombres que proponía la formación de Carles Puigdemont.

Este debate se producido después de que Batet haya vuelto a pedir a Aragonès que el independentismo haga un frente común en Madrid para defender las demandas que tienen que incluir los Presupuestos Generales del Estado, ya que Junts considera que a estas alturas las cuentas no son buenas para Catalunya y que por lo tanto "hay que negociar con toda la fuerza".

 

Hace 15 días Junts ya instó a Aragonès a negociar juntos, y entonces el president contestó que, para hacerlo, hacían falta propuestas concretas. Y propuestas concretas le ha llevado Batet, que ha mencionado como imprescindible que el Estado mantenga los fondos extraordinarios para la covid, poder cogestionar los fondos europeos, garantías para el cumplimiento de las inversiones del Estado en Catalunya, defensa del catalán en el sector del audiovisual y el traspaso de Rodalies. A todo Aragonès ha contestado que son propuestas que pueden "compartir", y se ha mostrado convencido de que todos los diputados que representan a Catalunya lo defenderán, sin contestar de manera clara, pues, qué opina sobre el frente común.

Y de inversiones ha hablado también Aragonès en respuesta a una pregunta de la líder de los comunes, Jéssica Albiach. En plena negociación de los presupuestos donde Esquerra Republicana reivindica que ahora mismo está "muy lejos" de aprobar las cuentas, Aragonès ha exigido al presidente español, Pedro Sánchez, "garantías de cumplimiento" de las inversiones para Catalunya: "Lo que digan los presupuestos no es creíble si no van acompañados de una garantía de ejecución", ha dicho Aragonès después de que Albiach le haya pedido una vez más hacer de Catalunya un país de trenes y dejar estar la ampliación del Prat.

"¿País de trenes? De acuerdo, pero necesitamos que la ejecución presupuestaria de inversiones se materialice y estamos a niveles extraordinariamente bajos", ha contestado Aragonès, que ha opinado que cada año en los presupuestos "se pintan unas cifras" que acaban siendo "papel mojado" por falta de voluntad política.

Acusaciones particulares y desahucios

Los otros presupuestos que se están gestionando son los catalanes, en los cuales ERC y Junts trabajan para contar con el apoyo de la CUP, a pesar de que la CUP no deja de avisar de que hay que dar cumplimiento al acuerdo de investidura. En la misma sesión en el Parlament, el diputado anticapitalista Xavier Pellicer ha pedido una vez más que la Generalitat acabe con las acusaciones contra activistas y que se paren los desahucios.

Con todo, Aragonès ha contestado, sobre las acusaciones, que el Govern tiene que defender el derecho a la manifestación, pero también el derecho a la integridad física de los agentes, por lo que ha reivindicado que están actuando "desde la proporcionalidad". Con respecto a desahucios, ha explicado que han presentado una propuesta de protocolo que a estas alturas está sobre la mesa del TSJC y que por lo tanto, es este tribunal el que decide cómo lo ejecuta.

Por último Aragonès ha querido cargar contra una intervención del líder de Vox, Ignacio Garriga, que ha criticado que Catalunya no está trabajando para parar el "auge del islamismo" y ha acusado a Aragonès de buenismo y de estar promoviendo y financiando el islamismo. El president no se ha privado de decir que en Catalunya están orgullosos de la diversidad cultural y ha señalado que Vox erra cuando vincula un origen o una relación con la violencia fundamentalista: "Ha dicho tantas burradas en dos minutos y medio que no sé si tendré tiempo a contestar", le ha soltado Aragonès.