El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, se ha mostrado convencido este domingo de que el proceso de independencia de Catalunya "culminará" con la mesa de diálogo. "Cualquier otra vía ahora no la veo factible", ha dicho en una entrevista en El Periódico. De hecho, ha avisado de que algunas vías no las ve "deseables", sobre todo aquellas que se apartan de las vías "pacíficas y democráticas". El presidente, al mismo tiempo, ha atribuido a la capacidad de presión la posibilidad de llegar a la negociación. "Algunas veces será porque ha habido una capacidad de movilización y de otros porque los votos independentistas catalanes son necesarios en Madrid", ha afirmado el presidente Aragonès.

Mesa de diálogo y acuerdo de claridad

Con todo, Aragonès ha descartado que haya un plano b en la mesa de diálogo y ha asegurado que la vía unilateral no forma parte del encargo a los "expertos" del acuerdo de claridad. Sobre este aspecto, el presidente espera tener conclusiones este mismo mes de septiembre con el fin de exponerlas y posicionar. "Nos permitirá ponernos de acuerdo en unas reglas del juego. Nos tendremos que sentar con el Gobierno y pensar cómo solucionamos este conflicto, sin limitar ninguna aspiración," ha avisado el jefe del ejecutivo catalán.

La amnistía y sus límites

Sobre la amnistía, el presidente de la Generalitat de Catalunya ha opinado que siempre se tiene que basar "con relación a unos hechos, no a unas personas". Considera que tendría que ser todo aquello relacionado con el Procés, desde el 2014, el Primero de Octubre y las movilizaciones postsentencia. Sin embargo, Aragonès ya advierte que fijar un "perímetro" "no será sencillo". "Se tendrá que ser muy cuidadoso con la definición de estos hechos", advierte al presidente, que no se ha querido mojar sobre si los casos de la Operación Catalunya tendrían que entrar dentro de este abanico.

Con respecto a la posibilidad de incluir policías, Aragonès considera que "es un debate que no refleja la realidad de lo que hay ahora". Sin embargo, el presidente no ha acabado de cerrar la puerta, a pesar de mostrar sus reticencias. Asimismo, también considera que "no se tendría que amparar ninguna acción violenta" y no ha puesto como condición aprobarla antes de un posible pleno de investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, cosa que sí que ha marcado al presidente Puigdemont. "Mi deseo es que cuanto antes, mejor, para generar las condiciones de confianza y para abordar como resolvemos el conflicto", subraya Aragonès, quien, al mismo tiempo, opta para que también haya otros acuerdos que "creen el marco por avanzar en la resolución del conflicto".

La negociación con el PSOE

Aragonès también ha pedido a los partidos que con la negociación con el PSOE pueda abrirse "una segunda fase del proceso de negociación" y espera que esta legislatura se aborde la resolución del conflicto. "En definitiva, para que la ciudadanía pueda votar", reflexiona Aragonès, quien ha pedido en Junts una coordinación por abordar la resolución del conflicto. "El conflicto político es entre Catalunya y el Estado, no es entre un partido, sea ERC o Junts, o los dos, y el PSOE" dice al presidente, quien se ha mostrado abierto al hecho de que en la mesa de diálogo haya más representación. Hay que recordar que no se aceptó la condición de Junts de proponer dirigentes que no estaban al ejecutivo del presidente.

El presidente ha reconocido que no ha hablado con Pedro Sánchez en las últimas semanas, a pesar de admitir contactos. Además, sitúa la manifestación de la Diada nacional de Catalunya de este 11 de septiembre con el objetivo "de enviar un mensaje en el Estado que es que Catalunya está movilizada a favor de una solución política y democrática, para un referéndum y por el fin de la represión".

La propuesta de Urkullu

Sobre la propuesta del lehendakari Urkullu de reinterpretar la Constitución española con el fin de convertir al Estado en plurinacional, Aragonès avisa de que no es su vía. "Nosotros defendemos una negociación bilateral entre Catalunya y España", asegura el presidente.