El mensaje institucional del president de la Generalitat, Pere Aragonès, por los cinco años del 1 de octubre nos ha dejado dos ideas principales: la unidad del independentismo y el acuerdo de claridad. Inicialmente, tenía que ser un acto institucional con todos los miembros del ejecutivo catalán. Pero la crisis de Govern abierta entre ERC y Junts ha hecho cambiar los planes, de manera que Aragonès ha comparecido solo. Está en este contexto que ha alargado la mano a sus socios: "Tenemos que volver a encontrarnos. Volver a trabajar en positivo en aquello que nos une de forma incuestionable. En aquello que hoy todavía despierta todo nuestro orgullo. Tenemos que volver a unirnos a través del amplio consenso que Catalunya tiene que decidir libremente, de forma colectiva y en paz, cuál tiene que ser el futuro político del país".

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Sobre la autodeterminación, el president de la Generalitat ha insistido en proponer un acuerdo de claridad "por determinar cuándo y cómo Catalunya tiene que poder ejercer de nuevo el derecho a decidir". "Hicimos el referéndum del 1-O y haremos que Catalunya vuelva a votar", ha asegurado. Y para hacer tal cosa hará falta la tan anhelada unidad. ¿Por qué se pudo hacer el 1 de octubre del 2017? "Fue posible gracias a la gran alianza entre instituciones, sociedad civil y ciudadanía. Una alianza infranqueable donde cada uno jugó su papel. Trabajando conjuntamente. Con confianza. Con complicidad", ha reivindicado.

 

"Confianza", palabra clave

Parece que no es coincidencia que Aragonès haya hecho un llamamiento a la "confianza", ya que este fue el motivo que alegó para destituir a Jordi Puigneró: perdió la "confianza" en el vicepresident del Govern porque no lo había avisado de las intenciones de Junts. El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, amenazó al jefe del ejecutivo con una cuestión de confianza al último debate de política general. Una amenaza que no gustó nada a los republicanos y de la cual Puigneró no dijo nada al president.

Por otra parte, Aragonès ha vuelto a guiñar el ojo a la mesa de diálogo. Recordando las figuras de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Carme Forcadell, ha manifestado la necesidad de hacer todo el que esté en sus manos "para poner fin a toda forma de represión". "Y por eso trabajamos para la amnistía", ha remachado, haciendo referencia a uno de los puntos calientes de la mesa de negociación que la Generalitat mantiene con el Gobierno. De momento, todavía no se ha avanzado en esta cuestión.