Los tres estudiantes antifascistas de la UAB acusados de romper una bandera española de Sociedad Civil Catalana (SCC) e increpar a un grupo de jóvenes de la entidad han negado los hechos y han denunciado que son víctimas de una "persecución ideológica contra el independentismo, el antifascismo y el movimiento estudiantil". Lo han dicho una vez ha finalizado el juicio que se ha celebrado este martes en los Juzgados de Sabadell y que ha quedado visto para sentencia.

Por su parte, jóvenes de la entidad españolista que han declarado como testigos, han asegurado que se sintieron "coaccionados" y que los tildaron de "fascistas" y "nazis". En la vista también han comparecido los responsables de seguridad de la universidad que aunque han situado a los acusados en el lugar de los hechos, han considerado que no se vivió un clima de tensión y que no sintieron gritos ni insultos.

La acusación ha relatado que algunos de los increpadores descolgaron una de las banderas españolas que había en la carpa de SCC. Entonces, tres jóvenes, la cogieron y uno de ellos la rompió con "un cutter o elemento punzante". Los testigos, que en su día no denunciaron los hechos delante de los Mossos d'Esquadra, han comparecido a petición de la Fiscalía y algunos ha expresado su voluntad de percibir una indemnización por daños. Mientras que algunos de ellos sólo han identificado a uno de los acusados como la persona que rompió la bandera, otro ha situado a dos de los encausados en el lugar de los hechos y otro los ha apuntado en los tres.

También han comparecido ante el juez el director y el director adjunto de seguridad de la UAB, entre otros testigos. Estos, han situado a los acusados en el escenario de los hechos, pero han remarcado que no vieron que los jóvenes del SEPC insultaran o increparan a los de SCC. En este sentido, tampoco han dejado claro que los tres jóvenes rompieran la bandera. "Desde donde yo estaba no pude ver cómo se desarrollaba la acción", ha indicado Manuel Roman, director de seguridad de la UAB, que ha admitido que no vio ningún cutter ni navaja.

Los acusados niegan los hechos

Los tres acusados han negado haber participado en los hechos y hasta todo han dicho que no se encontraban en la plaza Cívica cuando tuvieron lugar. De hecho, cuando les han mostrado las imágenes extraídas de las cámaras de vigilancia de la UAB, han sido incapaces de reconoces. Los Mossos d'Esquadra que han testificado este martes, también han indicado que estas imágenes no tenían "valor identificatorio" y que si se les identificó fue a través del personal de seguridad del campus. También han explicado que dos de ellos tenían dos sanciones administrativas por cortes en la AP-7 durante jornadas de huelga.

Al salir, los encausados han expresado su sorpresa por el hecho de que se les haya preguntado por su pertenencia al SEPC y por su posición ideológica. "Nuestra defensa se ha fundamental en qué son unos actos que se han agravado, consideramos que nos merecemos la absolución porque eso es una persecución ideológica contra el independentismo, el antifascismo y el movimiento estudiantil," han valorado.

Los tres jóvenes están acusados de delitos de ultrajes a la bandera y coacciones con agravante de odio. Aunque inicialmente la representante del ministerio fiscalía pedía tres años de prisión y 5.400 euros de multa a cada uno, antes de finalizar el juicio ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que en caso de que no se acepte el delito de coacciones, se valore uno de violación del derecho a reunión. En este caso, solicita una pena de dos años y seis meses de prisión.