La ley de Bienestar Animal es una de las otras leyes elaboradas desde un ministerio gobernado por Podemos que ha generado fricciones entre los socios de la coalición. Aunque buena parte del redactado genera consensos entre socialistas y morados, la enmienda que presentaron los de Pedro Sánchez que excluía los perros de caza de esta ley lo hizo saltar todos por los aires y supuso el rechazo de decenas de asociaciones animalistas. Estas hoy han dado un paso más y se han plantado a las puertas del Congreso de los Diputados con un galgo (uno de perros los más maltratados por estas prácticas) envuelto en una bandera de España y escondidos tras cartas de Pedro Sánchez, el diputado socialista Santos Cerdán, y el presidente manchego Emiliano García-Page, uno de los grandes señalados. La práctica de la caza es mucho tendido en esta región, donde la mayoría socialista cuelga de un hilo y su presidente siempre se ha mostrado en contra que la ley incluya este tipo de perros.

La propuesta de Podemos genera discrepancias

Esta performance ha tenido lugar el mismo día que se reúne la ponencia de la Comisión de Derechos Sociales para tratar de manera conjunta el proyecto de ley orgánica de modificación del Código Penal en materia de maltrato animal y el proyecto de ley de protección, derechos y bienestar de los animales. Se trata de una reunión a puerta cerrada en qué socialistas y morados intentarán encontrar un acuerdo sobre esta medida después de que los de Ione Belarra hayan propuesto añadir al texto una excepción que permita que los perros de caza puedan quedar fuera de la norma única y exclusivamente durante el periodo que dure la temporada de caza. Esta iniciativa cuenta con el visto bueno de los animalistas que han protestado ante el Congreso, pero, en cambio, no fue bien recibida por otras entidades, como PACMA, que la tacharon de vergonzosa, ya que es entonces cuando más sufren estos animales.

Aparte de las caretas de política, los manifestantes llevaban pancartas con la mano de la rosa socialista aguantado una soga que ahoga un galgo. Desde las organizaciones animalistas señalan que, a partir de su experiencia al frente de protectoras de animales, cada día ven "la crueldad" que sufren los perros de caza: estos llegan "apaleados, amputados y aterrorizados" a sus centros. En más, también han reprochado que la tarea que hacen al mismo tiempo de curar y tratar estos animales malheridos, no tendría que recaer sobre ellos, sino en los servicios públicos.