"Las enmiendas dan la razón a la ANC". Así de clara se ha mostrado la Assemblea Nacional Catalana este lunes sobre las últimas propuestas que se han presentado con el fin de retocar la reforma del Código Penal que comporta la derogación de la sedición y el endurecimiento de los desórdenes públicos agravados. Por parte de ERC, dice la entidad independentista, las enmiendas pretenden rebajar "en algún grado" la dureza del nuevo redactado y se propone rebajar la pena mínima de prisión y la condena de inhabilitación hasta un año, así como eliminar el concepto de intimidación o modificarlo para que se mantenga como una "intimidación grave".

Son movimientos que siguen la estela marcada por la ANC, que la semana pasada lideró una manifestación precisamente contra el endurecimiento de los desórdenes públicos. "Las enmiendas que se han presentado ante la propuesta de nuevo delito de desórdenes públicos agravados dan la razón a las decenas de entidades y las decenas de miles de personas que nos manifestamos el 6 de diciembre contra el nuevo delito", asegura la entidad. De esta manera la Assemblea ha querido sacar pecho de las enmiendas anunciadas, reivindicándolas como resultado de la manifestación de la semana pasada. "Gracias a la movilización, los actores políticos se han dado cuenta de la gravedad de lo que habían pactado", añaden, en referencia directa a ERC.

Ahora bien, la propuesta de modificación de los republicanos no es suficiente y todavía existe una amenaza real de que la reforma del Código Penal comporte un incremento de la represión sobre los independentistas y los movimientos sociales, avisa la ANC. Así, "sigue siendo muy grave que se deje en manos de los jueces y fiscales la interpretación de la intimidación grave, se mantengan las penas de inhabilitación de hasta cinco años para funcionarios y ocho años para cargos públicos, y que no se haya enmendado la mera 'provocación, conspiración y proposición' para poder ser condenado". La entidad liderada por Dolors Feliu exige, pues, dar un paso más y no gritar aún victoria.

A pesar de celebrar que ERC haya abandonado su "discurso triunfalista" que intercambiaba una sedición que afecta a unos pocos por el nuevo delito de desórdenes públicos agravados que afecta a muchos, la ANC hace una nueva advertencia al conjunto del independentismo: vuelve a exigir a todos los representantes políticos del movimiento con presencia en el Congreso de los Diputados (de ERC, Junts, la CUP y el PDeCAT) que no permitan la aprobación de este nuevo delito de desórdenes públicos agravados y que se mantengan al lado de la gente. Como ya dijo Dolors Feliu hace solo diez días, el objetivo marcado no es retocar la reforma con enmiendas, sino tumbar completamente el texto endurecido. "Que no permitan que se facilite la represión al independentismo y a los movimientos sociales y que volvamos a una posición unitaria para hacer frente y ganar el Estado español", sentencia.