Un incidente entre Óscar Puente, exalcalde de Valladolid y diputado socialista, y un pasajero, ha retrasado un AVE en dirección a Madrid 45 minutos. Según informa El Norte de Castilla, los hechos han tenido lugar a raíz de un altercado entre los dos. La policía ha tenido que intervenir para solucionar la situación, aunque esta ha acabado con un retrato del tren.

Según informa el ABC, el altercado entre los dos hombres se habría producido cuando Puente estaba sentado en su asiento y el pasajero sentado a su lado habría empezado a increparlo. El mismo medio apunta que ha sido el propio Puente quien ha acabado pidiendo que el pasajero fuera desalojado del AVE Valladolid-Madrid. Sin embargo, finalmente, no ha sido necesario y el tren ha podido seguir su camino.

Una de las primeras en reaccionar al incidente desde las filas socialistas ha sido la diputada Adriana Lastra, quien ha apuntado: "Eso es lo que consigue la derecha política y mediática con sus insultos y persecuciones, que acabamos siendo diana de los ultras".

Hacia la investidura de Alberto Núñez Feijóo

Puente ha anticipado que interpondrá una denuncia por los hechos. Todo ha tenido lugar a la estación de Campo Grandre en Valladolid. Puente viajaba hacia Madrid para participar en la segunda votación de la investidura del candidato popular, Alberto Núñez Feijóo. Se espera que Puente vuelva a ser quien intervenga en la segunda votación en nombre de los socialistas. Su intervención el pasado martes sorprendió, ya que se esperaba que quien tomara la palabra por el PSOE fuera Pedro Sánchez.

El Congreso de los Diputados votará este viernes la segunda vuelta de la investidura del candidato del PP a la presidencia del Gobierno. Un nuevo intento por llegar al Palacio de la Moncloa que, sin embargo, está abocado al fracaso, vistas las posiciones anunciadas por los grupos políticos. Este segundo pleno de investidura arrancará a las 12.15 horas, según la hora propuesta por la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol. Y el primero a tomar la palabra será Feijóo, que podrá hablar durante diez minutos, y ya no podrá establecer ningún cara a cara con sus interlocutores.

Después de los debates, se procederá a la votación por llamamiento de cada uno de los diputados, que tendrán que emitir su voto de viva voz desde sus escaños, siendo los miembros del Gobierno en funciones y los de la Mesa de la Cámara los últimos a hacerlo. La votación no podrá tener lugar antes de las 13.22 horas para cumplir las 48 horas que marca la Constitución.