El presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, se ha referido a la reforma de la Constitución, abogando por reformas concretas y no una global y dejando claro que España "no es una nación de naciones". Además, ha cargado contra el independentismo catalán, alertando de que "su veneno llega hoy a los socialistas".

Durante su intervención en el acto de conmemoración del 125 aniversario de la Agrupación Socialista de Gijón, el histórico socialista ha querido dejar de manifiesto que nacionalismo y socialismo son incompatibles y ha afirmado que el nacionalismo catalán es otra forma de populismo en la que solo buscan dar respuesta a determinados sectores de la sociedad y "levantar muros dentro del propio país".

Asimismo, Guerra ha pedido al PSOE que ponga fin al "odio a la derecha" como discurso y programa. El PSOE, ha dicho, debe defender "mucho más" que ese aspecto, "por mucho que la derecha haga méritos para odiarla". Si el partido quiere volver a gobernar el país, Guerra ha abogado por "cambiar el discurso" para orientarlo a la mayoría social "preservando los derechos de todos".

Durante su intervención en el acto de conmemoración del 125 aniversario de la Agrupación Socialista de Gijón, el histórico socialista ha pedido también al PSOE que no busque "imitar" a la "nueva izquierda regresiva y autócrata". "Si actúan con superioridad moral, están en contra del sistema democrático y lejos de imitarlos hay que combatirlos", ha subrayado.

Auge de los populismos

En este punto se ha referido al auge de los populismos en España, en EE.UU. con Donald Trump, en Rusia con Putin o en Turquía con Erdogan. Asimismo, ha hecho alusión al resultado electoral en el País Vasco, donde EH Bildu, "los que colocan en política a quienes mataron", duplicó en número de votos a PSOE y PP, que "colocaron a los muertos en la política". "¿Cómo es posible que tengan el doble de apoyos los que mataban que los que eran matados?", se ha preguntado.

Sobre este asunto, ha llamado al socialismo a ser "muy combativo" porque "los problemas no desaparecen por ignorarlos. "Si los partidos nuevos son autócratas, si encierran un peligro para la democracia, hay que combatirlos", ha incidido. Sobre el caso vasco, ha dicho que "no se puede legitimar", al igual que "no se pueden legitimar Rufianes", en alusión al portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián. Sobre sus acusaciones en el debate de Investidura hacia el PSOE, Guerra ha reconocido no haber visto una reacción del PSOE. "Deberían haber salido todos los diputados en tromba, debemos un respeto a los militantes que crearon el partido", ha apostillado.

En un extenso discurso, de casi una hora de duración, Guerra ha hecho alusión también a un "acuerdo" con la derecha para "dividir a la izquierda". "El que actúa como un matón en televisión tiene un puesto en el congreso, y estas cosas no pasan por casualidad, hay medios al servicio de Unidos Podemos", ha asegurado. En este punto, ha asegurado que el supuesto acuerdo pasa por dividir a la izquierda "para que siempre gobierne la derecha en España".

"El PSOE no está en su peor época"

Por otro lado, y en discurso interno, ha reprochado sus declaraciones a aquellos dirigentes socialistas que afirmaban que el PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia en unas elecciones. Así, ha salido en defensa del Partido Socialista y ha cargado contra quienes "crean pesimismo" en la organización "sin motivo".

También en el ámbito interno ha llamado a respetar la "disciplina democrática" y ha incidido en que rebelarse contra el resultado de una votación democrática si no es el que uno desea, "va en contra del socialismo".