"¿Con quién nos está comparando? ¿Con Yemen del Sur? ¿Con Burkina Fasso?". De esta manera ha rechazado el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra la figura del "relator" acordadas entre el gobierno catalán y español para la mesa de diálogo. Lo ha calificado como "chantaje obsceno" y ha reclamado al presidente español Pedro Sánchez que deje de negociar con los partidos independentistas. "¿Hay alguien ahí? Están calcinando la democracia al atender los requerimientos de un grupo de salteadores de la nación", se ha preguntado.

El exdirigente socialista ha hecho estas declaraciones durante la presentación de su libro La España en la que creo este miércoles en el Congreso de Diputados, en un discurso donde ha situado al mismo nivel la extrema derecha de Vox y el independentismo. "Hemos resistido el intento de golpe de estado del 81, el terrorismo de ETA y el intento de secesión del 2017", ha resumido. No obstante, ha advertido sobre un posible efecto contagio de Catalunya al resto del Estado que podría llevar a la "balcanización".

Adentrándose en la actualidad más inmediata, Alfonso Guerra ha querido lanzar una advertencia: "aprobar un presupuesto es vital", pero "mantener la dignidad de la nación" es superior a una "votación contraria". Y ha despotricado contra la figura del relator: "Si quieren alguien que tome nota, un funcionario, una secretaria o una grabadora puede cumplir estos objetivos".

"Si se añade la lista ominosa de 21 peticiones, el último esperpento de Torra, la conciencia de cada persona se rebela ante un chantaje obsceno", ha continuado el dirigente socialista, que ha sugerido que el ejecutivo español tendría que negociar con los "partidos constitucionalistas" y no "permitir el acceso al poder de personajes cuya actuación recuerdan al orígen de los problemas de los años 30".

Sobre el documento de 21 propuestas, Guerra ha subrayado el de dejar atrás la judicialización de la política. "¿Pretenden la inmunidad de los políticos catalanes para sus fechorías?", se ha preguntado.

Durante el grueso de su intervención, el exvicepresidente socialista ha alertado sobre los "males" que amenazan la Constitución española, desde los independentistas y los populistas hasta la extrema derecha, a los que ha puesto en el mismo saco. "Tienen un elemento común sus propuestas: la creación de inestabilidad", ha resumido.