El PP ha recuperado su discurso en que mezcla el independentismo con el nazismo. El candidato de los populares a la presidencia, Xavier García Albiol, ha afirmado este jueves que el supuesto caso de espionaje de los Mossos a su persona y al delegado del gobierno español, Enric Millo, pondría de manifiesto prácticas propias de la "Gestapo" y de regímenes "totalitarios". Albiol ha admitido que la información sobre el supuesto caso de espionaje "no está confirmada", aunque ha apuntado que ha hablado con un representante del Gobierno que le ha señalado que "parece que es certera".

Si se confirma, ha avanzado, presentará una querella contra el "máximo responsable" de los Mossos en el momento de los hechos, que era el president Puigdemont. Fuentes del Ministerio del Interior han asegurado que no les consta "nada" en relación a Albiol y Millo, mientras que fuentes del Departamento de Interior han negado que se los espiara. Además, estas últimas fuentes han añadido que, en caso de que se hubieran hecho tareas de vigilancia o contra-vigilancia a estos dos políticos por motivos de seguridad, habrían estado al corriente.

Albiol ha hecho referencia a la información publicada en varios medios –citando fuentes de la investigación— que asegura que agentes de la Unidad Central de Respuesta Operativa (UCRO) de los Mossos hicieron seguimientos a dirigentes del PP en Catalunya. Las pruebas que apuntan en esta dirección —según la información— saldrían de los documentos que la Guardia Civil decomisó a los Mossos el 26 de octubre cuando los intentaban quemar en una incineradora de Sant Adrià del Besòs.

Albiol ha convocado una rueda de prensa en la sede del PPC para afirmar que el supuesto caso de espionaje "pone en evidencia" hasta dónde llegaba el gobierno de Puigdemont "con el fin de provocar esta separación de Catalunya del resto de España". "Si esta información se acaba confirmando, pondría en evidencia que durante algún tiempo el gobierno de la Generalitat ha actuado de una manera más propia de un régimen totalitario que de un gobierno democrático", porque "eso de espiar a los partidos políticos rivales que molestan con dinero público, lo vemos en la Gestapo, en los regímenes totalitarios y las dictaduras, pero no es una práctica normal en las democracias".