El responsable de la oficina de expresident de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha reclamando ante el juzgado número 1 de Barcelona que se investigue el origen de las filtraciones periodísticas que se publicaron la semana pasada en que se le intenta implicar en una trama rusa del procés. Su defensa ha presentado dos escritos en este sentido, uno de los cuales reclama saber quién ha tenido acceso del juzgado y de la Guardia Civil a la información de su móvil que se ha filtrado a los medios cuando aún estaba bajo secreto de sumario. Alay advierte que se ha vulnerado su derecho a la defensa y que esto le obliga a actuar conforme a derecho hasta la últimas consecuencias y sea quién sea el responsable de este delito.

Entre estas informaciones que se han publicado figura una de The New York Times del viernes pasado elaborada a partir de la información que la Guardia Civil sacó del teléfono móvil de Alay y que hasta aquel mismo viernes estaba bajo secreto de sumario en una pieza separada del caso. Estas informaciones se han conocido en paralelo al intento del juez del caso, Joaquín Aguirre, de reemprender la vía rusa de la investigación, aunque la Fiscalía se ha mostrado en contra.

Responsables en el juzgado y a la Guardia Civil

La defensa de Alay ha presentado un escrito en que piden saber qué personas del juzgado número 1 de Barcelona han tenido acceso a esta información antes del levantamiento del secreto de sumario, el 2 de septiembre, así como qué miembros de la Guardia Civil han tenido acceso antes de esta fecha.

Asimismo, han presentado un segundo escrito en que reclaman que se les notifiquen las resoluciones dictadas en el procedimiento contra Alay dado que, aunque se ha publicado información de algunas partes en diferentes medios, todavía no se les ha facilitado.

Vulneración del derecho a la defensa

En el escrito se denuncia que se ha vulnerado el derecho de defensa del director de la oficina de Puigdemont, y "se han cometido irregularidades que requieren de los oportunos recursos y acciones legales" por parte de Alay.

Por esta razón, pide que se investigue la posible responsabilidad de este presunto delito de vulneración de secretos, dado que aunque las partes no han tenido acceso, su contenido sí ha llegado a manos de los periodistas del New York Times que la semana pasada publicaron la información al respecto.

 

En la imagen principal, el responsable de la oficina de expresidente de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay / Carles Palacio