Los comunes quieren "un gobierno que se pueda poner en marcha". Así lo ha asegurado la diputada de Catalunya en Comú, Elisenda Alamany, después de la reunión para abordar la investidura de este jueves. Es por eso que ha querido advertir que una investidura de Carles Puigdemont sería meramente "simbólica" y que sólo podría contribuir a bloquear todavía más la situación y la intervención del autogobierno catalán.

"Cualquier interpretación excesiva del reglamento del Parlament llevará a una investidura simbólica", ha avisado Elisenda Alamany, de que ha añadido: "Catalunya ya ha aguantado en los últimos meses demasiadas acciones políticas sostenidas en el simbolismo". En este sentido, ha emplazado a Junts per Catalunya y Esquerra Republicana a investir a un president y un Govern que puedan ser efectivos.

"Necesitamos un Govern que se pueda poner en marcha, que pueda sacar el autogobierno de las garras de la señora Soraya Sáenz de Santamaría, y que este Govern empiece a pensarse ya", ha asegurado la portavoz de los comunes. Ha advertido que las "estrategias de boicot al Estado español" pueden convertirse en un "boicot contra nosotros mismos" teniendo en cuenta la "línea fina" entre el Gobierno español y el poder judicial.

Alamany ha lamentado la poca concreción sobre el debate de investidura, pero sólo ha pedido que "cualquier decisión que se tome no nos deje en una situación peor". Ha cargado duramente contra el anuncio de Sáenz de Santamaría, quien "se vanagloriaba de decapitar a partidos escogidos democráticamente". La diputada ha denunciado que "siempre que se ha optado por la judicialización de problemas políticos, ha estado más lejos de llegar una solución política".