La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre ha abogado por aplicar a Catalunya el artículo 155 de la Constitución pero de forma más contundente que hace un año, sobre todo en materias como la educación, la seguridad y los medios de comunicación, donde se tiene que llegar "hasta el final".

En declaraciones en Telemadrid, Aguirre ha admitido que aunque el PP y ella misma creyeron hace un año que la aplicación del 155 era correcta, "nos equivocamos al pretender hacerlo con el consenso de todos" porque "no pudimos cortar la siembra de golpe de estado que se dio después". Bajo su punto de vista, en la aplicación del 155 se tendría que haber garantizado el control de los Mossos, Conselleria de Educación o TV3 para que así "se hubiera acabado con este golpismo presente".

"No estamos mejor"

"A Mariano Rajoy y a todos nosotros nos pareció muy bien en aquel momento, pero el resultado no ha sido el que creo que tendría que haber sido. Y ahora estamos donde estamos, no sé si peor que el año pasado, pero por descontado no mejor", ha recalcado.

Ha criticado, en este sentido, que se permita que "más de la mitad de la población" de Catalunya, que "se siente española", se considere "olvidada por el Gobierno de su país, que es España", o que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, diga a los CDR - que no son otra cosa que instituciones violentas, que tienen que "estrechar" en sus acciones.

Situación "insostenible"

Una situación "insostenible" y "absurda", como también lo es que el Gobierno de Pedro Sánchez no vea motivos, ha seguido diciendo, para aplicar de nuevo el 155. "A mí no me parece normal lo que está ocurriendo a Catalunya", ha repetido, porque "las leyes están para cumplirse y se está actuando contra el interés de España".

Con lo que no está "en absoluto" de acuerdo es con la posibilidad de construir puentes con los independentistas, porque no se puede hablar o no negociar con los que quieren "romper" y ser "desleales con las leyes y la Constitución". Ha insistido, "no es posible la distensión, sólo la tensión," porque no se puede hablar de diálogo con quien "no se moverá nada de lo que quiere: la independencia empezando por la autodeterminación".