El juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha admitido la querella de un herido durante las cargas del 1-O en el CEIP Els Horts, situado en la rambla Prim de Barcelona, contra un agente de la policía española y su superior jerárquico. Según relata la querella, la víctima, su mujer y su hijo se encontraban en el interior del centro cuando los agentes entraron en la escuela y uno de los agentes dio instrucciones para empezar a pegar con la porra las personas que estaban sentadas en una de las aulas en actitud pacífica. En un momento determinado, uno de los miembros del CNP optó por agredir al hombre mientras estaba en el suelo antes de optar por otra opción "menos lesiva", como intentar alzarlo.

Como consecuencia de la agresión, el hombre recibió cinco puntos de sutura y en días posteriores sufrió dolores fuertes en la nalga derecha y en el brazo izquierdo, mientras que también ha sido víctima de episodios de angustia, por los cuales tuvo que recurrir a un tratamiento farmacológico, cefaleas y dolores de cervicales.

De acuerdo con la versión de la querella —por un delito de lesiones y contra la integridad moral—, las personas que se encontraban dentro en la escuela no podían salir por la única salida que había porque estaba bloqueada por los agentes, en un momento en que todavía no se tenía constancia de las cargas en otros puntos de votación. Fue entonces cuando los miembros de la policía española empezaron las cargas y agredieron al hombre con el objetivo, señala, de "crear un daño físico y emocional importante, generando miedo y caos dentro de un espacio cerrado" y "humillar" a las personas que se encontraban en el lugar.

Según la querella, la actuación fue "perfectamente coordinada y concertada, que se repitió tanto en el exterior de la escuela como dentro de las aulas, en las que varias personas resultaron con lesiones de diversa consideración".