Por el aspecto podría ser perfectamente la antesala del concert de los cabezas de cartel de turno del Primavera Sound. O del Cruïlla. La localización, en las afueras de la ciudad y junto a un río y el espacio, un inmenso mar de cemento avituallado con lavabos portátiles, recuerdan al Fòrum de les Cultures. La explanada del Parque de las Exposiciones de Perpinyà, justo delante del recinto, es desde este viernes al mediodía un bullicio. Técnicos y voluntarios ultiman los preparativos para el acto del Consell per la República. Y los fieles independentistas empiezan a medir por palmos el terreno de cara a este sábado.

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"11, 12, 13, 14, probando"... El escenario que pisarán mañana Puigdemont, Comín y Ponsatí ya está montado. Igual que la pantalla desde donde Marta Rovira se dirigirá a los asistentes. Hacia las cinco de la tarde los trabajadores de Events -una de las empresas que acostumbra a encargarse del montaje de los grandes actos del independentismo- acababan las pruebas de sonido. A última hora de la tarde, han subido al escenario a ensayar los músicos que actuaran mañana para amenizar la fiesta. El más mediático, Lluís Llach

En paralelo, miembros de la Assemblea Nacional Catalana organizaban la intendencia para que los centenares de voluntarios que mañana ayudarán a orquestar el desarrollo de la convocatoria no mueran de hambre. Ni de sed. Cada uno tendrá una bolsita con un sándwich, una pieza de fruta y una botella de agua.

La maquinaria de la delegación de la Catalunya Nord del Consell per la República, sobre quien ha recaído el peso de la organización, también trabaja a pleno rendimiento. Una de sus miembros explica a ElNacional.cat que a lo largo de la tarde empezarán a instalar una quincena de carpas que servirán para hacer crecer a la familia y ganar nuevos inscritos en la organización. El espacio tendrá vigilancia durante toda la noche.

acto perpinyà voluntarios - marina fernàndez

Los Poly Klyns...

Mientras unos hacen trabajo, empiezan a llegar a la zona los primeros catalanes curiosos para inspeccionar el terreno. Es el caso de Montse y sus compañeras, que llegan del Masnou para revisar si habrá algún espacio para sentarse y, sobre todo, como está acondicionado el tema de los lavabos. "Como no pongan más, no sé qué haremos", comentan. Y es que de momento sólo hay una veintena de Poly Klyns. "La idea es que traigan más", les tranquiliza a uno de los voluntarios. De hecho, con voz baja les chiva que si hubiera demasiado colapso, se plantearían abrir el recinto para dejar acceder a los baños.

En aquel momento llegan dos familias amigas, de Berga y de Manresa. Han aparcado pero sin estar muy convencidos de si el coche se lo llevará la grúa. Hasta las ocho de la noche no hay problema. A partir de entonces y hasta las nueve de la noche de mañana sábado ya no se podrá estacionar delante de la explanada.

A las ocho de la mañana abrirán los accesos. La avalancha prevista es de unas 70.000 personas.