L’Associació Catalana de Municipis (ACM) ha dado un paso decisivo en su estrategia de internacionalización con la apertura de una oficina propia en Bruselas, en el corazón institucional de la Unión Europea. La nueva sede se ubicará en la Casa Europea de los Municipios, en la sede del Consejo Europeo de Municipios y Regiones, donde conviven varias entidades municipalistas de todo el continente. El objetivo es fortalecer la voz del municipalismo catalán ante las instituciones comunitarias, facilitar el acceso a los fondos europeos y establecer alianzas con otras redes locales. El responsable de dirigir la oficina será el exeurodiputado y exalcalde de Caldes de Montbui, Jordi Solé i Ferrando, con una amplia experiencia en las instituciones comunitarias y en la política municipal catalana.
Una presencia estratégica en el centro de la UE
Según la ACM, cada vez más políticas europeas tienen un impacto directo en la vida cotidiana de los municipios, en ámbitos como la transición verde, la digitalización, la vivienda, la movilidad o los servicios sociales. La entidad considera imprescindible que los ayuntamientos catalanes dispongan de una voz propia y estable en Bruselas para influir en estos debates y hacer sentir su realidad.
La exconsellera, exportavoz del Govern, actual alcaldesa de La Garriga y presidenta de la ACM, Meritxell Budó, ha subrayado en declaraciones a Elnacional.cat que “el 75% de la normativa que se decide en Europa se aplica a nuestros pueblos y ciudades. Poder trabajar desde la mirada municipalista en esta incidencia política es muy importante para que se tenga en cuenta el municipalismo catalán”. Budó también ha insistido en que la nueva oficina será un recurso práctico para los consistorios, especialmente para los más pequeños: “Más de la mitad de los municipios catalanes tienen menos de 10.000 habitantes, y para ellos resulta muy pesado acceder a los fondos europeos por la complejidad de la tramitación y el miedo a no saberlo hacer lo suficientemente bien. Desde Bruselas les haremos este acompañamiento”.
¿Qué servicios ofrecerá?
La oficina de la ACM quiere convertirse en el puente entre Bruselas y los ayuntamientos catalanes. Ofrecerá información clara y actualizada sobre fondos, convocatorias y oportunidades, ayudando a los municipios a identificar y aprovechar mejor los recursos europeos. También dará apoyo en la búsqueda de socios y en la preparación de proyectos, con especial atención a los vinculados a la transición ecológica, la innovación y la cohesión social. Asimismo, servirá para proyectar el municipalismo catalán y visibilizar buenas prácticas locales a escala europea, poniendo en valor experiencias de éxito que pueden convertirse en referentes en otros territorios.
La oficina, además, fomentará la participación activa de los consistorios en procesos legislativos y debates europeos, para que la voz de los municipios no sea solo receptora sino también influyente. Otro de sus objetivos es crear alianzas y colaboraciones con otras redes municipalistas y actores europeos, al tiempo que se coordinará con instituciones catalanas ya presentes en Bruselas, como la Delegació del Govern o los eurodiputados, para sumar esfuerzos y reforzar la incidencia del municipalismo catalán en el contexto comunitario.
“Hay que arremangarse y buscar recursos”
Budó ha remarcado que la presencia en Bruselas también servirá para romper la distancia entre Europa y los ayuntamientos: “Todavía existe un desconocimiento generalizado del funcionamiento de la UE y de sus oportunidades en el mundo local. La oficina actuará como puente para que los municipios catalanes aprovechen al máximo estos recursos”.
La presidenta de la ACM ha sido clara: “Hay que arremangarse e ir a buscar recursos allá donde los haya, y en Europa hay muchos”. Asimismo, ha recordado que “en Bruselas hay unos 300 organismos municipalistas, y la voz de los 947 municipios catalanes es importante y necesaria”. Finalmente, Budó ha puesto énfasis en que la nueva oficina estará al servicio de todos los municipios que quieran internacionalizarse, ya sea para “ir a buscar una fuente de financiación, organizar encuentros con otras ciudades europeas o impulsar proyectos colectivos”.
La apertura de la oficina da cumplimiento a uno de los compromisos del Pla de Mandat 2023-2027 de la ACM y forma parte de su Plan de Internacionalización. Con este paso, la asociación quiere situar el municipalismo catalán en el mapa europeo, hacer sentir su voz en la toma de decisiones y contribuir a la construcción de una Europa más cercana y conectada con la realidad local.