La acampada independentista ha vuelto a instalarse en la plaza Sant Jaume de Barcelona este martes. Después de que decidieran desalojar el espacio para que se pudieran celebrar las fiestas de la Mercé, ahora los concentrados han vuelto a ocupar la plaza con una veintena de tiendas y plantean una protesta "indefinida". Durante la fiesta mayor barcelonesa dejaron tres tiendas de carácter informativo en un lado de la plaza para hacer compatible la protesta con los actos.

Esta acampada se produce cinco días antes de que el sindicato de la Policía Nacional y la Guardia Civil, Jusapol, conmemore en la misma plaza Sant Jaume a los agentes que actuaron durante el 1-O para evitar el referéndum. Este acto también volverá a reivindicar la equiparación salarial con los Mossos d'Esquadra.

El tercer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Asens se ha mostrado preocupado por el hecho la acampada "se haga en términos indefinidos" porque puede generar conflictos y "alterar la convivencia en la ciudad". Asens ha dicho que la gestión de la concentración es "competencia" tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat, pero ha recordado que se trata de una "concentración política" y que, por lo tanto, es un "ámbito de competencia de la Generalitat". También ha mostrado su deseo de que se llegue a una solución que "evite el uso de la fuerza" y ha reconocido que el papel del presidente de la Generalitat, Quim Torra, fue "clave" a la hora de conseguir que los concentrados redujeran la acampada durante las fiestas de Mercè.