Una vecina del barrio de la Pujada Roja de Manresa ha denunciado que le han pintado con pintura blanca la puerta de casa y le han hecho una marca fascista porque tenía unos carteles donde reclamaba 'Libertad de los presos políticos' y 'Democracia'. La mujer, Sati Anton, de 80 años, ha explicado que colgó los carteles, que han sido arrancados, después del 1-O.

Califica los hechos "de un ataque a la libertad de expresión" y recuerda que "es su casa" y que tiene todo el derecho "a colgar lo que quiera". Anton ha presentado una instancia este lunes al consistorio para pedir que la ayuden a limpiar la fachada.

A sus 80 años, Sati Antón "custodió" la escuela de su barrio el pasado 1 de octubre. Explica que los sucesos de aquel día en otros puntos de votación la "marcaron" y los posteriores encarcelamientos la llevaron a querer hacer alguna cosa. Fue entonces que colgó los carteles.

"No he hecho daño a nadie"

Hasta ahora no había recibido ninguna queja. El domingo, sin embargo, cuando se levantó descubrió que tenía la fachada llena de pintura blanca, una marca fascista y los carteles habían sido arrancados. "No tengo el brazo en condiciones para limpiarlo", lamenta la mujer, que ha pedido ayuda al Ayuntamiento. Afirma que le han asegurado que se harán cargo.

La mujer explica que colgó los carteles porque "tenía dentro una cosa y necesitaba decirlo". "No entiendo por qué les han encerrado como tampoco por qué me han hecho a mí esto", lamenta, añadiendo: "Yo no he hecho nunca daño a nadie, son sólo mis sentimientos".