Como el año pasado, el presidente español no ha sido bien recibido en el Paseo de la Castellana de Madrid. El jefe de gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y sus ministros que han sido recibidos por parte del público con una sonora regañada al desfile militar del 12-O, Día de la Hispanidad. "Fuera, fuera", le han gritado parte de los asistentes. Ha contrastado mucho con el recibimiento que han tenido los Reyes de España, que han llegado a la celebración entre aplausos y vivas. Los hechos no pueden desligarse del contexto: estamos a sólo 48 horas de conocer la sentencia del Tribunal Supremo sobre los presos políticos catalanes.

El presidente español y sus ministros han llegado a la zona de autoridades del Paseo de la Castellana minutos antes de las once de la mañana, cuando empezaba el acto institucional. Tan solo llegar, ya han sido recibidos con silbidos e insultos. Después se ha repetido la escena cuando ha saludado al rey Felipe VI, mezclándose el abucheo con los vivas al monarca. El año pasado, la primera vez que asistió como presidente, Sánchez también se encontró con este panorama.

Sin ir más lejos, el coche de Pedro Sánchez ha llegado por un lateral del paseo de la Castellana. Ni siquiera se ha anunciado su llegada por megafonía. En cambio, sí han anunciado la llegada de Felipe VI y Letizia, que han recorrido los dos kilómetros del desfile en su Rolls Royce.

Como cada año, el acto institucional del 12-O es un momento marcado por las presencias y también por las ausencias. Las principales autoridades han sido Pedro Sánchez, el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida y la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso. También han ido Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal. En cambio, no han ido ni el president Quim Torra ni el lehendakari Íñigo Urkullu. Tampoco Pablo Iglesias.