La libertad de expresión es preferente. Una jueza de Barcelona ha absuelto a un vecino, a quien la Fiscalía y la Abogacía del Estado pedía 2 años de prisión y elevadas multas, por haber tuiteado una fotografía de Montserrat del Toro -letrada de la Administración de Justicia del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, que hizo los registros en el Departament de Economía para frenar el 1-O-  junto con los hashtags #MontserratDelToro alías #spiderman, #judiciFarça y #judicialproces. En la sentencia, del 27 de abril pasado y a la cual ha tenido acceso ElNacional.cat, la jueza del juzgado de lo Penal 5 de Barcelona afirma que "no ha quedado acreditado" que este ciudadano cometiera el delito de obstrucción a la justicia ni el de coacciones porque no se ha demostrado que quisiera intimidar a la secretaria judicial, sino expresar su opinión y disconformidad con lo que declaró como testigo en el juicio en el Tribunal Supremo a los líderes independentistas catalanes. La fotografía de la funcionaria fue extraída de las redes sociales, que ella había puesto en su Faceboock.

En el juicio, el investigado explicó que escuchaba el juicio del procés por la radio, que se retransmitía en directo, y que el 6 de marzo de 2019 escuchó lo que declaraba la secretaría judicial sobre los registros en el Departament de Economía y como ella tuvo que salir protegida y pasar por el terrado del edificio del lado, donde había un teatro, delante de la presión de los manifestantes. El hombre aseguró a la jueza que él había ido a la protesta ante Economía, que "era una concentración pacífica", y al escuchar a Montserrat del Toro consideró que "su relato era fantasía, como si estuviera en una guerra", y que aquello le indignó. Y por eso, hizo una búsqueda en Google con su nombre, y le salió una fotografía suya con cargo judicial, y lo difundió a las redes con los hashtags, sin opiniones concretas. El ciudadano, defendido por el abogado Benet Salellas, también explicó que no sabía que se había declarado testimonio protegido a la funcionaria, y que su intención no era intimidarla, sino "expresar su indignación", y que lo comunicó para que lo supieran sus amistades. El acusado también explicó que le sorprendió que la funcionaria pusiera abiertamente que era seguidora del grupo de extrema derecha Unidad Nacional Española.

El calvario de la secretaría judicial

La letrada de la Administración de Justicia del juzgado de instrucción 13 de Barcelona explicó en el juicio contra este vecino que vivió un calvario, después de los registros judiciales en Economía, el 20 de septiembre de 2017; que las amistades la avisaban de lo que salía en las redes sociales, y que al final lo denunció para que se detuviera el asedio. Desde Mossos, recuerda, se le recomendó cerrar su cuenta de Facebook, a pesar de que solo la tenía restringido para familiares, y que desconocía de dónde salió la imagen del tuit con su cargo.

Ante esta realidad, el juez instructor del Tribunal Supremo, Pablo LLarena, dictó, en el 2018, la condición de testigo protegida de Del Toro. Y en el juicio, que se retransmitía por un canal de televisión, el tribunal protegió su imagen. No obstante, la funcionaria relató que tuvo que tener protección durante un año, que su hija se marchó de Barcelona y que ocasionaron daños en el coche de su marido.

En este sentido, en la sentencia, la jueza afirma que ciertamente Del Toro fue considerada testigo protegida, pero que en las redes sociales siguieron circulando datos suyos en abierto. Además, precisa que el calvario vivido por la funcionaria fue mucho antes del tuit del acusado. El abogado defensor también preguntó a la funcionaria si denunció que su foto salía en un diario españolista, y ella aseguró que no había dado permiso, pero que no los denunció.

El recelo de los Mossos

Dos agentes de los Mossos de Esquadra que realizaron la investigación sobre los tuits en contra del Toro aseguraron que incluyeron el tuit del vecino no por las ofensas, que admiten que no había, sino por los hashtags que tenían mucha visibilización y porque hacía un enlace directo en la cuenta de Facebook de la funcionaria. También detallaron que fue fácil identificar la persona de la cuenta de Twitter que usaba un pseudónimo, de cómo le llaman los amigos, dijo al juicio. Los agentes de la policía catalana tampoco supieron aclarar el origen de la imagen de la letrada judicial. Y admitieron que el mensaje del tuit "no había ninguna consigna a la violencia, ni ninguna incitación".

Por todo eso, la jueza concluye que ha quedado "meridianamente claro" que con este "mensaje muy pobre", el acusado no cometió ningún delito, y prioriza su libertad de expresión, en un "contexto de mucha crispación y tensión", donde añade, seguramente sí que se hicieron tuits en contra del Toro que podrían llegar a ser delictivos, pero no en este caso. Insiste en que, en este caso, el tuit "ni siquiera se dirige contra la funcionaria, ni pide represalias contra ella".

Finalmente, la jueza comparte el criterio de una resolución del Tribunal Supremo, aportada por la Fiscalía, en la cual el alto tribunal afirma que no se tendría que haber archivado una denuncia por injurias a Montserrat del Toro porque "puede constituir" delito, y se había de investigar. Y en este caso, añade, la jueza de Barcelona se ha investigado y juzgado el caso y ha concluido que la acción del ciudadano no encaja en los elementos que exigen los delitos de coacciones ni el de obstrucción a la justicia.

Esta es, al menos, la segunda sentencia absolutoria sobre la difusión de datos o la imagen de Montserrat del Toro. En abril del 2021, un hombre también fue absuelto por un juzgado de lo penal de Barcelona por haber difundido datos personales de la funcionaria en Twitter el día de su declaración en el Tribunal Supremo.