Ni Mariano Rajoy, ni Soraya Sáenz de Santamaría, ni Pablo Iglesias, ni Albert Rivera... Sólo el ministro de Justicia, Rafael Catalá, asistió al pleno del Congreso de ayer tarde desde que empezó y hasta que acabó, mientras el resto de los miembros del gobierno español no aparecieron hasta cuatro horas y media más tarde, cuando se tenía que votar.

Así lo recoge El Español, que afirma que, además, cuando empezó la sesión, avanzada desde 2017 a las 15 horas por conciliar la vida laboral con la familiar, sólo había 50 diputados en el hemiciclo de los 350 que tiene que haber, es decir, sólo un 14% de los electos que cobran un sueldo público estaban donde tenían que estar a aquella hora. De hecho, el artículo 15 del reglamento del Congreso establece que "los diputados tendrán el deber de asistir a los plenos del Congreso y de las comisiones de que formen parte".

Según el diario citado, la mayoría de los diputados estaban en la cafetería mientras la presidenta de la cámara española daba el pistoletazo de salida del pleno, el segundo pleno que se celebra este año después de las vacaciones de Navidad.

Una hora y media más tarde del inicio del pleno, empezó a llegar algún diputado más y pasaron de ser 50 a 84, un 24% del total. Ahora bien. De los que estaban, y siempre según el digital mencionado, estaban mirando el móvil todo el rato e, incluso, volvían a salir a tomar un café.

Iglesias y Rivera llegaron una hora más tarde y entraban y salían del hemiciclo, pero Rajoy no fue ni siquiera a votar. No fue hasta las 19.47 horas que llegaron prácticamente todos los diputados para votar: 341 de 350 y, uno de ellos, votó de forma telemática. A las 20.05 horas, ya no había ni un alma en el hemiciclo.