Carlos Neira contradice a Alberto González Amador. La pareja de Isabel Díaz Ayuso aseguró hace cinco días en el Tribunal Supremo, declarando como testigo y con la obligación de decir la verdad, que su abogado había enviado el correo a la Fiscalía reconociendo dos delitos contra la Hacienda Pública “por su cuenta” y sin que él lo supiera ni lo autorizara. Aseguró que él tuvo constancia de ello más de un mes después y que solo quería la “solución que causara menos ruido”. Sin embargo, ahora el testigo ha sido Carlos Neira, que ha asegurado frente al juez que investiga al fiscal general del Estado por revelación de secretos que el empresario sí le pidió que llegara a un acuerdo, según cuentan fuentes jurídicas a ElNacional.cat. Eso sí, ha reconocido que no envió a la pareja de Ayuso la propuesta concreta, por lo que González Amador “no tenía conocimiento del correo”. Él lo escribió de la forma que pensó que era “necesaria para agilizar lo máximo posible la conformidad”.

📝 La pareja de Ayuso se desvincula del correo en el que su abogado admitía dos delitos fiscales

 

Nos tenemos que remontar al 30 de enero de 2024, tres días antes de enviar el correo. El letrado ha relatado que pidió verse con Alberto González Amador y le explicó que tenía dos alternativas: defender la causa o llegar a una conformidad. La pareja de Ayuso le contestó que su prioridad era “causar el menor daño a su pareja” con la solución con “menos ruido y más rápida” y el abogado le aconsejó una conformidad, que implica aceptar los hechos. González Amador le replicó que entendía lo que es, que “adelante” y que “lo dejaba” en sus manos. Hay pasajes de esta cronología que la pareja de Ayuso admitió delante del juez, como su voluntad de causar poco ruido o su desconocimiento del escrito concreto del correo, pero obvió que él hubiera autorizado la confesión.

Así pues, con este “mandato”, el 2 de febrero de 2024 el abogado envió un correo a la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid comunicando, de “común acuerdo con Alberto González”, su “voluntad firme”, de alcanzar una “conformidad penal, reconociendo íntegramente los hechos”. “Ciertamente, se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública”, señalaba. Carlos Neira ha verbalizado que la expresión “de común acuerdo” es una expresión suya, en el sentido de que González Amador le había “autorizado para iniciar este procedimiento”. Además, ha señalado que reenvió el correo a un abogado del Estado del departamento penal para “agilizar la propuesta de tramitación penal”. Según ha dicho, es algo que ha hecho en “muchas ocasiones” para ser “muy explícito” y conseguir acelerar “sin que haya ningún problema”.

A Alberto González Amador “no le gustó” el contenido del correo

Asimismo, ha reiterado que el único que tuvo acceso a su correo electrónico es él, “nadie más del despacho”, y que antes de enviar el correo no se lo mostró ni exhibió a nadie. El 14 de marzo, cuando se filtró su correo, habló con Alberto González Amador, que estaba “perplejo” con lo que ocurría. Y “no le gustó” el contenido del correo. Se reunió con él en su despacho, le explicó que él había ejecutado lo que habían acordado en su momento y le repitió que la conformidad supone el “reconocimiento de los hechos”. El abogado ha sostenido que la pareja de Ayuso quedó “conforme” con la explicación que le dio. Ese mismo día, el abogado le remitió el contenido del correo para que fuera “lo más rápido posible” y “jamás” pensó que se iba a filtrar.

El 12 de marzo informó a Alberto González Amador de que había fiscal asignado

Carlos Neira también ha verbalizado que el 12 de febrero, diez días después de su correo, el fiscal Julián Salto le contestó diciéndole que era el fiscal asignado y que “tomaba nota” de la propuesta de conformidad. Acto seguido, él informó a Alberto González Amador de que ya había fiscal asignado a su caso. Tres días más tarde, el abogado se encontró al fiscal Julián Salto en los Juzgados de Plaza de Castilla en otra conformidad y habló brevemente con él sobre la propuesta de González Amador. Ya en marzo, se encontró a un periodista en la puerta de su casa que tenía conocimiento de la inspección fiscal y de la denuncia de la Fiscalía.