Vox no ha conseguido encontrar un candidato de consenso para su moción de censura. Así que finalmente será el presidente de esta formación de ultraderecha, Santiago Abascal, quien aspire a asumir la presidencia del Gobierno.

Según avanza La Razón, Abascal tiene previsto tomar la palabra en el pleno, y se confirma que será el diputado catalán Ignacio Garriga quien defienda en el hemiciclo la candidatura de Abascal.

Con esta decisión queda patente que Vox ha fracasado en su intento de encontrar un candidato que consiguiera sumar a la moción a otros partidos de la oposición, para lo cual llegó hasta a ofrecer al PP que fueran ellos los que lideraran la moción, algo a lo que los populares se negaron desde el primer momento.

Límite a fin de mes

En todo caso, Vox no ha presentado aun formalmente la petición de moción de censura, aunque su anuncio fue hacerlo en este mes de septiembre. Según el medio citado, sigue vigente la intención de pedirla en septiembre, con lo que el partido de ultraderecha tiene hasta el próximo miércoles para presentarla.

En cuanto a Ignacio Garriga, su elección como defensor servirá para darle visibilidad, ya que es el candidato previsto para este partido para las próximas elecciones catalanas, aún sin fecha.

Sin mayoría

En todo caso, la moción de censura no tiene posibilidades de salir adelante, puesto que Vox necesitaría el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados, es decir, 176 escaños, una cifra que no alcanzará debido a la falta de apoyos de formaciones como el Partido Popular o Ciudadanos, además del bloque de la investidura que permitió a Sánchez llegar a La Moncloa.

Por eso mismo desde el PP se denunció que la moción de censura de Vox sólo "da alas" a Pedro Sánchez porque es imposible que salga adelante, ya que necesita mayoría absoluta y, entre otros, el apoyo del "partido de Otegi o el de Torra", en palabras del portavoz en el Senado, Javier Maroto. Ciudadanos también rechazó apoyar esta medida, que considera como "una campaña de marketing puro y duro", y denunció que la misma costará dinero a los españoles, restará credibilidad a España y no servirá para cambiar al Ejecutivo.