El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha manifestado este sábado que respeta las decisiones judiciales que mantienen la inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra, como diputado, al tiempo que ha defendido la "apuesta clara por el diálogo político, que se fundamenta en el reconocimiento del otro y, sobre todo, en la legitimidad del otro".

"Si nosotros reconocemos al president de la Generalitat, que es el que han decidido en Catalunya y sus instituciones, a nosotros nos toca reconocerlo, y de la misma forma exigimos lo contrario, que al presidente de España nadie le cuestione su legitimidad, porque en este caso la legitimidad va vinculada exclusivamente con la legalidad. Otra cosa es ya los gustos, en lo que uno ya no se mete", ha expresado.

Ábalos se ha pronunciado de esta forma, en declaraciones a los medios, en Valencia, preguntado por si Torra tiene que dejar de ser president si ya no es diputado y sobre si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe seguir reuniéndose con él. Ábalos ha pedido "no confundir" el plano judicial y el político. En el primero, ha señalado que le "podrá gustar o no" la decisión judicial sobre Torra, pero "el acatamiento es lo que preside todo" su punto de vista. "No me queda más que respetar las decisiones judiciales", ha insistido.

A su juicio, se deben "plantear estas cuestiones desde una actitud que se refiere más a la naturaleza del propio conflicto, que es político" y, por tanto, requiere "respuestas políticas". "Hay quien insiste mas en abundar en lo judicial y llega un momento en el que todos nos perdemos" porque "hace falta además ser un experto en derecho para entender todos estos laberintos judiciales en los que nos vamos metiendo", ha añadido. En este sentido, ha manifestado su "confianza en la Justicia" y en la separación de poderes, así como su voluntad de no "tratar de influir en ninguna decisión judicial".

Desde "el plano de lo político", Ábalos ha señalado que es "evidente que este gobierno ha hecho una apuesta clara por el diálogo político, que se fundamenta en el reconocimiento del otro y sobre todo en la legitimidad del otro, que es muy importante". "Si uno reconoce la legitimidad del otro, es normal que no rehuya el diálogo", ha remarcado.