El delegado del Gobierno en el País Valencià, Juan Carlos Fulgencio, tiene todos los números para que acabar siendo el principal protagonista de la Diada del 9 de Octubre del pueblo valenciano más allá de la propia fecha de la conmemoración y los actos institucionales programados por la Generalitat Valenciana. La razón no es otra que la preocupación político-social por los incidentes, que puedan producirse por la autorización y coincidencia horaria de la manifestación cívica que tradicionalmente celebran entidades culturales con el apoyo de partidos políticos y sindicatos, con otras concentraciones convocadas por grupos de extrema derecha que tienen, como único objetivo, reventar de manera violenta cualquier acto que ellos consideran "antiespañol, antivalencianista o catalanista". Fulgencio, como autoridad administrativa y responsable de las fuerzas de seguridad, es quien ha otorgado los permisos de concentración o manifestación y ha fijado los horarios y espacios públicos que podrán ocupar los asistentes a cada convocatoria.

Siete manifestaciones y concentraciones autorizadas

Para el 9 de Octubre, día nacional de los valencianos, la delegación del gobierno ha autorizado siete concentraciones y manifestaciones que ocuparán las calles de la ciudad de València, prácticamente a las mismas horas. Abrirá la carrera la Asociación del Reino de Valencia de Gays y Lesbianas, Transexuales y Bisexuales; su presencia ha levantado muchas suspicacias entre las entidades nacionalistas que les identifican en el entorno del Grup d'Acció Valencianista (GAV), el más activo contra la unidad de la lengua del País Valencià, Balears y Catalunya.

Minutos después está convocada la concentración del partido de ultraderecha València 2000, que se caracteriza por animar a sus militantes y simpatizantes a garantizar la unidad de España, aunque sea a garrotazos, y a no respetar el derecho a la libertad de expresión y de manifestación del resto de ciudadanos que no piensan como ellos. Simpatizantes de este grupo son los que el año pasado ya protagonizaron graves incidentes y agresiones que todavía están por resolverse en el juzgado.

Garantizar la seguridad de los participantes

Los organizadores de la manifestación convocada por la Comissió 9 d'Octubre, y que tiene el apoyo de la entidad Acció Cultural del País Valencià, PSPV, Compromís, Podemos y Comisiones Obreras, se han quejado a Fulgencio de que "no hay una separación rotunda entre los grupos de manifestantes, ni física, ni temporal, que pueda garantizar la seguridad de los participantes".

Valencia Antitaurina, el partido valencianista Avant, la Coordinadora Obrera Sindical y una nueva versión del desaparecido partido Unión Valenciana completan la lista de convocantes que también quieren hacerse oír.

Para Fulgencio las manifestaciones "se han ordenado para conciliar el derecho de manifestación con el desarrollo pacífico de los actos, y ha habido reuniones con las distintas organizaciones y partidos políticos a los que ha trasladado la necesidad de recobrar la convivencia entre los valencianos y valencianas indistintamente de su idea de Comunidad". El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, declaró hace pocos días que se utilizarán "todos los medios necesarios" para evitar los incidentes protagonizados por los ultraderechistas el año pasado, "un hecho que nos hace pobres, nos embrutece, y nos envilece a todos". La suerte está echada.