Tal día como hoy del año 1714, hace 308 años, las tropas borbónicas francocastellanas que asediaban Barcelona desde el 25 de julio de 1713, iniciaban el asalto definitivo a las murallas que defendían la ciudad. Durante la mañana y tarde de aquella jornada se reprodujeron las escaramuzas entre defensores y atacantes que habían sido habituales durante los más de cuatrocientos días de asedio. Pero por la noche, el mando borbónico Berwick concentró buena parte de su infantería ante el baluarte de Jonqueres. En aquel sector, la artillería francocastellana había provocado un importante boquete en la muralla, que era taponado por los regimientos del Coronel.

Hacia las ocho de la noche se inició el ataque. Berwick ordenó a su infantería avanzar bajo fuego enemigo hasta atravesar el boquete. Aquel ataque, que duró unas tres horas, fue el más mortífero de todas las operaciones militares que se habían producido desde el inicio del asedio; y se saldó con la muerte de 3.000 defensores y de 7.000 atacantes. Se daba la circunstancia de que el regimiento de infantería que Berwick envió a una muerte segura estaba formado por navarros voluntarios de extracción humilde, que se habían alistado para contribuir al mantenimiento de sus familias. Berwick los situó en aquel contexto a propósito, para abrir paso a los regimientos de caballería franceses y castellanos.

Otra de las consecuencias de aquel ataque fue la voladura del baluarte de Jonqueres. En el transcurso del ataque, la santabárbara del baluarte se incendió —o fue incendiada por un agente borbónico infiltrado a las defensas de la ciudad— y explotó, causando la muerte de docenas de defensores. Según la investigación historiográfica, los defensores del baluarte que sufrieron, de forma más directa, el impacto de los escombros producidos por aquella explosión, fueron los regimientos de la Coronela formados por los abogados y por los estudiantes. A medianoche, los atacantes habían conseguido superar las defensas e iniciaban la conquista y ocupación. Durante el día siguiente los combates se reproducirían en el interior de la ciudad.