¿Qué quieres que te diga? Alfonso Guerra ha pedido un gran acuerdo entre "constitucionalistas", porque un pacto "con Podemos y ERC es como dar una granada explosiva a un niño para jugar". El Círculo de Empresarios abona un pacto PSOE, PP y Ciudadanos. Y los obispos españoles ya han empezado su oposición al pacto de izquierdas. Como diría con su melena al aire el profeta de Baviera, "no hace falta decir nada más".

El escenario de Madrid cada vez se parece más al de 2004, aplicando, eso sí, todos los cambios que ha habido en 15 años. No sé por qué se dice tan poco que ERC ya hizo presidente del gobierno de España a un socialista. Lo hizo Joan Puigcercós en 2004, después de aquellas elecciones de las mentiras del PP y el "pásalo" de Alfredo Pérez Rubalcaba. Fue tanta la presión sobre ERC después de los atentados, que aquella votación fue rápida. Fue tanta la asfixia del PP de José María Aznar, que había poco a negociar. No era necesario. Existía, eso sí, la promesa de Zapatero de un nuevo Estatut. El "apoyaré" de cuando no pensaba, ni en broma, que sería presidente. Y hubo un acto de fe. Lo de la estación federal. Ahora el contexto es diferente, el PSOE apoyó el 155, requiere más negociación, pero tampoco hay alternativa.

El escenario de Madrid cada vez se parece más al de 2004, aplicando, eso sí, todos los cambios que ha habido en 15 años 

Ignoro si ERC, demandas de amnistía y autodeterminación al margen, volverá a la estación federal, pero la negociación que vemos ahora no es tan extraña. O sí. Porque la escenografía se parece más a la de la negociación del pacto del Majestic, por mucho que los contenidos de fondo sean diferentes. De un gran peix al cove a un gran conflicto político. También ignoro a estas alturas si ERC y Junts per Catalunya acabarán votando juntos un presidente en una investidura en el Congreso, por primera vez. Hasta ahora lo han hecho en una moción de censura. Pero cuando CiU ha hecho presidente a Felipe y Aznar, ERC ha votado que no. Cuando ERC ha hecho presidente Zapatero, CiU ha votado que no. Y cuando CiU ha hecho presidente a Zapatero con su abstención... ERC no la ha votado. Normalmente, CiU ha hecho lo mismo que el PNV. Ahora puede suceder que sea ERC quien vote como el PNV. ¿Otra señal del cambio de hegemonías?

El caso es que el pacto PSOE-ERC ya ha existido. Muy diferente del que pueda haber ahora. Pero de lo que pasó después, se pueden extraer algunas lecciones. La primera es que, a pesar del ruido del tridente Losantos, Pedro J., Aznar, en 2008 volvió a ganar el PSOE y no el PP. Rajoy no gobernó por haber recogido firmas contra el Estatut. Rajoy gobernó por la crisis económica. La segunda es que a pesar de que ZP mismo hubiera preferido gobernar con CiU y no pudo por el tripartito que había en Catalunya, Montilla hizo un acto de soberanía y volvió a pactar con ERC en 2006. Con los peligrosos independentistas, pues. Por lo tanto, dos lecciones: Sánchez puede pactar con ERC y mejorar resultados por mucho ruido que haya. Y las alianzas en Catalunya pueden cambiar, porque el PSC puede volver a pactar con los peligrosos independentistas si es lo que más le conviene. Es aquello de romper bloques, ¿no?

Ahora bien, hay una tercera lección. ZP ha gobernado gracias a los votos de ERC, y no sólo. Quizás incluso sabe algo de eso del relator. Así que es normal y agradecido que haga las declaraciones de más de sentido común que escucharemos estos días. Sobre Catalunya y sobre Euskadi. Sobre ERC y sobre Bildu. Pero, ojo, incluso el campeón de la España plural tuvo un bienio progresista. Impulsó un nuevo Estatut y tejió la paz en Euskadi. Señal también de que, si la política se pone, puede hacer grandes cosas. Quizás ZP no ha recibido aún el elogio que merece porque se lo llevó por delante una crisis tan bestia que todavía dura. Pero después a ZP le pudo el elefante. La FAES impuso su discurso. Y ahora está el de Vox. Este será uno de los grandes retos de la legislatura española. Imponer el relato. Imponer el discurso. La gran batalla por la hegemonía cultural. Y el remate: la aventura del Estatut llevó a donde estamos ahora. La aventura que se abre ahora, si acaba mal, ¿a dónde puede llevar?