Proton es un caballo blanco, un animal árabe pura sangre de 12 años que la ciudad polaca de Kołobrzeg ha regalado al papa León XIV. El espécimen equino trota ya por Castel Gandolfo, donde el pontífice se desplaza los martes para descansar. Proton, 'primero' en griego, es un concepto que se adecua al papa Robert Prevost, que parece un sucesor petrino continuista, pero que ya está demostrando su singularidad. Se acaba de publicar su primer texto, Dilexit Te, una advertencia a los cristianos y a la opción preferencial que deben hacer por los pobres, si quieren ser coherentes.

En sus primeros movimientos inéditos, el clamor contra la guerra centra sus intereses. Y en clave más interna, el ecumenismo figura como preferente en su lista de prioridades. Le preocupa la desunión entre los cristianos y da pasos para limar discrepancias.

Por primera vez, desde que el rey Enrique VIII rompió con Roma y así nació la Iglesia anglicana, un soberano británico se unirá a un papa en una ceremonia pública de oración

El día 23 de octubre de 2025 se reunirá con el rey británico Carlos III y la reina Camila. Hasta aquí no hay novedad, también la reina Isabel se desplazó a Roma hace 25 años por el Jubileo. Pero no es una mera visita de cortesía. Rezarán juntos en la Capilla Sixtina. Y eso no ocurre desde hace 500 años. Es una visita de Estado histórica: por primera vez, desde que el rey Enrique VIII rompió con Roma y así nació la Iglesia anglicana, un soberano británico se unirá a un papa en una ceremonia pública de oración. Y la Capilla Sixtina no es una capilla cualquiera, con su solemnidad espacial, valor artístico e historia eclesial. Está previsto que el papa estadounidense reciba a los monarcas británicos en audiencia y después recen juntos. En su visita, los reyes hablarán con varias personas del clima y de la sostenibilidad, ámbitos de preocupación comunes entre cristianos católicos y anglicanos. Por la tarde, ya sin el Papa, en la basílica de San Pablo Extramuros, se celebrará otra vigilia ecuménica para rezar por la unidad de los cristianos. La reina, además, se encontrará con religiosas que trabajan contra la trata de personas. En esta visita no asistirá la nueva arzobispo de Canterbury, ya que la obispa Sarah Mullally, recientemente nombrada primera mujer jefa de la Iglesia anglicana, no toma posesión hasta la primavera. La ordenación sacerdotal de mujeres es precisamente uno de los temas que separan aún las dos confesiones cristianas, católicos y anglicanos.

La visita de Estado de los reyes Carlos III y Camila de Inglaterra trasciende el protocolo: además de su valor ecuménico y de las preocupaciones ecológicas comunes, es un gesto de distensión también cultural y religioso. Este encuentro histórico, confirmado por el Palacio de Buckingham, también se liga al décimo aniversario de la encíclica del papa Francisco Laudato si’ y al lema del Jubileo: "Peregrinos de la esperanza". 

El vínculo histórico de la basílica de San Pablo Extramuros con la Corona Inglesa se refuerza con el otorgamiento del título de Royal Confrater al rey Carlos III. Para la ceremonia, se ha creado un sitial especial con el escudo del rey y la frase latina Ut unum sint ('Que sean uno'), que permanecerá en la basílica para uso futuro del monarca y sus sucesores. Este objeto no será un trasto prescindible, sino un signo fuerte de unidad. Roma e Inglaterra se acercan, en un contexto mundial de divisiones furibundas por todas partes.