Ione Belarra se ha pasado afirmando que los Mossos d'Esquadra harían "batidas racistas" si se transferían las competencias de Inmigración a Catalunya. De hecho, la Policía Nacional española tampoco sale nada bien parada en sus declaraciones, pero, en todo caso, el énfasis en el caso catalán es digno de reflexión.

Belarra, actual secretaria general de Podemos, no solo no se ha desdicho de sus palabras, sino que las ha reafirmado contestando a las críticas que le han caído por esta afirmación. ¡Afirmación del tipo de las que acostumbra a hacer Donald Trump, el actual presidente americano, pero en sentido contrario, claro! Solo lo comparo respecto del nivel; acabará siendo cierto que los extremos se tocan.

En el caso de la representante de un partido que se sitúa cerca de la extrema izquierda es del todo coherente tener en el punto de mira las fuerzas de seguridad de un Estado, de cualquier Estado y de todos a la vez. Ahora bien, de aquí a hacer una afirmación como esta hay mucho recorrido y todavía menos juicio e incluso poca razón; porque la precisión basada en las evidencias es indispensable cuando se hacen comentarios como estos. Más todavía si la protagonista de estas ha tenido una alta responsabilidad política: Ione Belarra ha sido ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno.

No quieren que Catalunya tenga competencias en nada

Ciertamente, las fuerzas de seguridad no acostumbran a ser modélicas, pero en una democracia hay que separar —y además con mucho cuidado—, cuál es el papel de estas fuerzas de seguridad, en qué medida se extralimitan en sus funciones; sea por cuestiones de racismo o de cualquier otro tipo de discriminación social al uso. ¿Por qué? Pues porque de hecho son las políticas y los políticos, más todavía con responsabilidades de gobierno, como ha sido su caso, los que las comandan y acaban permitiendo o limitando actuaciones y comportamientos contrarios a la ley. Y las batidas racistas, evidentemente, lo son; pero hacer afirmaciones como estas ni mejora, ni corrige las actuaciones, ni ayuda a mejorar la discriminación.

¿Ahora bien, lo que empieza su afirmación, es todo otro tema? ¿Por qué es peor —al entender de Belarra y de Podem Catalunya también, porque no han dicho en absoluto nada—, que lo hagan los Mossos? ¿En qué datos se basa para decir que los Mossos d'Esquadra son más racistas que la policía Nacional española? Y todavía menos entiendo que cuando habla de los Mossos señale que "tienen una enorme implantación en Catalunya"; porque habla como si se tratara de un grupo mafioso de delincuentes y no como el cuerpo de policía nacional de Catalunya que son.

Queda claro que Podemos en el tema del traspaso de competencias cojean y que además no quieren que Catalunya tenga competencias en nada; no es la primera vez y no será la última que se pronuncian en este sentido. Pero no lo dicen así, y por eso la incongruencia en el argumentario, a cada día que pasa, es mayor.

Podemos, para mantenerse en el poder o para optar a formar parte de él, necesita, una y otra vez, también ir contra Catalunya y los derechos que tiene como nación; aunque eso signifique también, una y otra vez, ir contra los derechos de su ciudadanía y, en general, la carta europea de derechos fundamentales que supuestamente es la razón de ser de su ideario político.