Tal día como hoy del año 1960, hace 62 años, en Barcelona; moría Macià Mallol i Bosch, que en el transcurso de su vida había sido un destacado emprendedor y un líder catalanista en la ciudad y Camp de Tarragona. Macià Mallol (Tarragona, 1876), de origen familiar humilde, había fundado de la nada una empresa de transporte marítimo (1897), que cuatro décadas más tarde (1936) era la primera flota en volumen del puerto de Tarragona y estaba constituida por siete naves: el laúd "Tarragoní"; el pailebote "Ciutat de Tarragona"; y los barcos de vapor "Danielito", "Ciutat de Reus", "Ciutat de Tarragona", "Ciutat de Valls" y "Ciutat del Vendrell".

A principios del siglo XX ya era uno de los empresarios más importantes de la ciudad; y eso lo llevó a formar parte activa de las principales iniciativas empresariales del territorio. En 1907 fue nombrado tesorero de la Cambra de Tarragona. En 1908, con Evarist Fàbregas —presidente del Banc de Reus en la época que fue la principal entidad del mercado financiero catalán— creó la empresa consignataria Mallol i Fàbregas —que sería líder de su sector—; y el Banc Comercial de Tarragona, También fue parte activa en la constitución de Drassanes de Tarragona, la Farinera de Tarragona y el Trust Tarragona Port. También fue directivo de los diarios La Nau y El Matí.

Con sus socios y amigos Evarist Fàbregas —primer alcalde republicano de Reus—; y Pere Lloret —primer alcalde republicano de Tarragona— (y que habían concurrido a las elecciones del 12 de abril de 1931 —las que provocaron la caída de la monarquía— en las listas de la plataforma ERC); formó parte del partido Acció Catalana Republicana (una confluencia de la fuerza política de Macià y de Companys). También cultivó la amistad con Antoni Rovira i Virgili, conseller del primer Govern de la Generalitat en el exilio (1939) i tuvo un papel muy relevante como directivo del Orfeó Tarragoní, el Ateneu de Tarragona, y de la Associació Protectora de l’Ensenyança Catalana.

Al estallar la Guerra Civil (1936) fue amenazado de muerte por elementos incontrolados pretendidamente revolucionarios (Patrullas de Control de la CNT-FAI); y se vio obligado a exiliarse a Francia. Cuando las tropas rebeldes de Franco ocuparon Catalunya (1938-1939), lo sometieron a un juicio "in absentia" que lo sentenció a la pérdida de todos los bienes y los derechos civiles. Finalmente, aquella pena fue conmutada por una elevadísima sanción que lo obligó a empezar de nuevo. También lo condenaron al destierro perpetuo de su ciudad. El régimen franquista no le permitió volver a Tarragona, y murió en Barcelona veinticuatro años después de su exilio.