Pronto hará un mes que el DOGC publicaba un conjunto de medidas antipandemia, entre las cuales, la limitación horaria en los establecimientos abiertos las 24 horas del día. Bajo el argumento de que había que evitar actividades de alto riesgo, como el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, estos establecimientos tienen que cerrar de 10 de la noche a las 7 de la mañana. Pocos días después, se establecía el toque de queda, todo el mundo en casa, de 10 de la noche a 6 de la mañana.

De acuerdo con el sentido común y de acuerdo con la opinión de fuentes conocedoras del sector comercial, la medida de hacer cerrar las tiendas de 24 horas durante la noche responde al hecho de que la mayoría de estos establecimientos se sostienen por la venta de licor por la noche. Familiarmente conocidas como la tienda del paqui (en razón de los que las regentan) o como badulaques (como las bautizaron en español en Los Simpson), son pequeños supermercados, establecimientos de conveniencia que venden productos de alimentación y limpieza básicos, aunque suelen ofrecer en el escaparate o en un lugar bien visible en el interior estanterías repletas de vino, cerveza, botellas grandes y pequeñas de ginebra, vodka, ron, whisky y otros licores de alta graduación.

Cuando paso por delante de un 24 horas de este perfil, no puedo dejar de pensar en los más jóvenes, pero también en los no tan jóvenes, ya que creo que las bebidas alcohólicas de alta graduación no tendrían que formar parte del paisaje de la oferta comercial urbana. Esta práctica es totalmente coherente con una actitud con respecto al consumo alcohólico muy diferente de la que se tiene en otros países.

Quizás ahora sería un buen momento para repensar las políticas con respecto a la facilidad de acceso al alcohol en este país

Resulta evidente a simple vista que los 24 horas son establecimientos que como supermercado tienen un recorrido limitado: la enorme competencia de supermercados por todas partes, con calidad de establecimiento, con una gran amplitud y profundidad de oferta de productos, con el trato al cliente, etcétera, da poco margen de negocio en el ámbito de la alimentación y la limpieza. Sí que son competitivos como tienda de conveniencia (estamos en domingo y se ha acabado el agua o el arroz), pero eso da de sí lo que da de sí. Ahora bien, la compra de conveniencia difícilmente justificaría tener abierto las 24 horas del día. Se justifica por el mercado nocturno.

Es cierto que hay grandes dudas sobre si estas tiendas cumplen horarios laborales, salarios mínimos, entre otros, pero las inspecciones tienen muy difícil demostrarlo. En cualquier caso, si la economía irregular (si es verdad que se produce) justifica parte de su supervivencia como negocio, la otra parte es que son licorerías de 24 horas. Las restricciones legales existentes en venta de licor por horarios y edades son muy fáciles de saltar, y la Covid ha cortado en seco esta oferta.

Personalmente, celebro la medida de hacer cerrar los establecimientos 24 horas y lamento que tenga que haber sido un motivo tan triste como la pandemia el factor que lo haya desencadenado. Quizás ahora sería un buen momento para repensar las políticas con respecto a la facilidad de acceso al alcohol en este país.

Quizás no hay que llegar a las políticas de algunos países nórdicos en los que en el supermercado no encuentras cervezas de más de 3 grados; que cierran las secciones de este "alcohol" a las 6 de la tarde; que si quieres licor de verdad, tienes que ir a las poquísimas tiendas especializadas, difíciles de encontrar y con horarios limitadísimos; para acabar de redondear el tratamiento que se da al alcohol, resulta que en algunos países es monopolio del estado. Pero de aquí a tener licorerías abiertas las 24 horas del día, sin ninguna limitación en cuanto a exposición en los escaparates y con restricciones de compra que son fáciles de ser saltadas, hay una distancia enorme.

No se tendría que volver a ello y eso sería fácil de regular legalmente. Otra cosa es que haya voluntad política de hacerlo. Mucho me temo que esta voluntad tiene una bajísima graduación, ¿pero y si se continuara lo que se ha empezado aunque sea motivado por un simple virus?