En un artículo previo sobre el informe de la Cámara de Comercio de España y el Consejo General de Economistas titulado 45 años de evolución económica, social y empresarial de las comunidades autónomas en España, me quedé en el punto en que dos miembros de la Comisión de Economía Catalana del Colegio de Economistas de Catalunya tenían prevista una conferencia sobre el tema. La conferencia, celebrada el pasado día 3 de mayo, consistió en una valoración técnica crítica del citado informe, al cual me referiré a él como Informe45.

Jordi Angusto y Josep Reyner, por videoconferencia, pusieron en duda que las tesis del Informe45 sean acertadas. Lo hicieron sobre la base de su trabajo Evolució de les CC.AA. 1975-2019, una història d’èxit? Angusto y Reyner utilizan como base los datos estadísticos que aporta el mismo Informe45. De esta manera se evita cualquier discrepancia de fuentes de información heterogéneas y/o que utilicen metodologías de obtención diferenciadas. El Informe45 es esencialmente un trabajo de perfil descriptivo, el de Angusto y Reyner es un trabajo analítico.

La respuesta que dan los autores a la pregunta que se formulan en el título del trabajo (y que yo me he apropiado para titular esta serie de tres artículos) es que, como mínimo, es discutible que nos encontremos ante una historia de éxito. De hecho, si uno rasca un poco, el calificativo adecuado es que la respuesta tiene que ser que no. Veamos por qué, en dos partes que los autores diferencian claramente: la primera relativa al producto por habitante y la segunda relativa a la financiación, siempre en el ámbito de las diferentes comunidades autónomas.

Un primer punto que los autores cuestionan del Informe45 es que en este se considera que la variación de la población en los diferentes territorios viene del cielo, que es una variable que no tiene nada que ver con la evolución de la economía. Parece bastante evidente que un alto nivel de actividad económica atrae población y que un bajo nivel de actividad económica expulsa población que, sencillamente, busca trabajar y ganarse la vida.

Madrid parece la Meca, porque centraliza las estructuras públicas, tiene las infraestructuras de movilidad a su servicio, concentra la inversión pública estatal, se beneficia del efecto BOE y de ser el nodo central de grandes empresas y, para colmo, practica dumping fiscal

El Informe45 hace servir como medida para determinar si se ha producido convergencia o divergencia económica entre comunidades autónomas el PIB por habitante. Afirma que en el periodo considerado ha habido convergencia, dado que el diferencial entre regiones de este indicador con respecto a la media española se ha reducido: en 1975 era de 95 puntos porcentuales y en 2019 es de 65. Básicamente debido a un acercamiento a la media por parte de las regiones más desfavorecidas.

Angusto y Reyner demuestran que la convergencia de niveles de PIB/h es un "espejismo", porque resulta que esta variable aumenta mucho en las comunidades que pierden población y muy poco en las que ganan. El ejemplo más extremo son las Islas Baleares, que ha multiplicado por 1,9 la población, pero ha mantenido casi estancado su PIB/h. En el extremo opuesto encontramos Extremadura, que pierde población pero multiplica por 2,65 su PIB/h.

De hecho, según los datos aportados, si no se consideran las regiones que han perdido población, el PIB/h comparado entre regiones no sólo no ha convergido, sino que se ha dispersado más de lo que lo estaba antes del estado autonómico. La supuesta convergencia de PIB/h es debida exclusivamente a las regiones en regresión demográfica. En el Informe45 se da la paradoja de considerar un éxito el mayor crecimiento del PIB/h de las regiones que han expulsado y perdido población; Angusto y Reyner lo consideran la evidencia de un fracaso económico sin paliativos.

En paralelo, se ha producido un proceso de concentración económica y demográfica en la capital, Madrid. Las tres comunidades con más peso del Estado (Madrid, Catalunya y Andalucía) suponen actualmente el 51,8% del PIB total, 2,6 puntos porcentuales más que 1975, básicamente porque Madrid ha ganado 2,4. Madrid parece la Meca (no lo dicen los autores, lo digo yo apoyándome en lo que sigue) porque centraliza las estructuras públicas, tiene las infraestructuras de movilidad a su servicio (aeropuerto, red AVE...), concentra la inversión pública estatal, se beneficia del efecto BOE y de ser el nodo central de grandes empresas y, para colmo, practica dumping fiscal. No es extraño que haya hecho el sorpasso en volumen de PIB a Catalunya.

Otros autores, como Santiado Lago en un trabajo parecido de marzo del 2021 publicado por Funcas (40 años de descentralización en España (1978-2018): balance y perspectivas) llega a una conclusión parecida a la de Angusto y Reyner: "La política regional ha obtenido resultados discretos... El efecto 'capitalidad' ha reforzado la posición de la Comunidad de Madrid y la convergencia del PIB/h se ha producido, sobre todo, por la pérdida de peso poblacional más que por un crecimiento del PIB superior a la media". Orígenes diferentes llegan al mismo lugar.

Mañana seguimos con la segunda parte de la conferencia de Angusto y Reyner sobre cómo ven la financiación de las comunidades autónomas tal como se trata en el Informe 45.