Nuestro país peninsular es alargado, con unos 1.300 kilómetros de costa de Salses a Guardamar. Hoy que la gente de la Catalunya Nord, en la llamada Columna 27 d'Octubre, sigue caminando —literalmente y metafóricamente— para recordarnos la declaración de independencia de 2017, en una iniciativa que recorrerá a pie y en dieciséis etapas la distancia entre la puerta de los Països Catalans y el Parlament de Catalunya, conviene no olvidar que la nación, además de larga, también es ancha y que entre Fraga y el Alguer (ciudad sarda que celebramos que por fin ya aparezca en los mapas de El Temps de TV3) hay también una tierra firme que acaba de celebrar el Sant Miquel de les Lletres, una semana literaria que ha llenado Lleida de una cuarentena de actividades culturales de alto nivel.

El ciclo literario ha cerrado su tercera edición con más de 2.500 asistentes y 15.000 participantes, en una importante apuesta por la cultura y la descentralización

Bajo la dirección de la librera y editora Mertxe París y promovido por la Fundació Horitzons, con Antoni Gelonch al frente, el ciclo literario ha cerrado su tercera edición con más de 2.500 asistentes y 15.000 participantes, en una importante apuesta por la cultura y la descentralización. Ha habido interesantes mesas redondas en el Institut d'Estudis Ilerdencs y en el rectorado de la Universitat de Lleida, con temáticas de actualidad vinculadas a la literatura catalana, la espiritualidad, el panorama político internacional o el deporte; se han hecho varios conciertos de canción de autor en el Orfeó, y se han programado actividades en la calle, como el mercado de libros en la plaza de la Catedral o una maratón de cuentos.

Además, este año se ha ampliado la oferta a centros educativos, con escuelas e institutos colaboradores, y a residencias para personas mayores, con la intención de sacar los libros de las bibliotecas y acercarlos a la sociedad y a todos los públicos, reforzando así el vínculo con el entorno. Finalmente, también se ha creado el Premi Rosa Fabregat, en honor y memoria a esta escritora, poeta y farmacéutica de poniente, fallecida hace menos de un año. Ella, en uno de sus poemas más reconocidos, decía "en tus dedos latirá después mi luz". Acertó: su luz sigue presente en el universo literario nacional, porque decir Lleida es decir nación. Porque la Catalunya Nova es poso de país, a pesar de que no siempre se la mire con este prisma. Como la columna de la Catalunya Nord, el latido cultural de Lleida también nos indica el camino.