Salvador Espriu, en su célebre poema "Inicio de cántico del templo", nos alerta de que "hemos vivido para salvaros las palabras, para devolveros el nombre de cada cosa".

Y es que somos un país con una lengua propia en permanente peligro de extinción. Por eso, treinta años después de la normalización social del catalán con Norma, ahora nos toca hacer la normalización digital con Aina, el proyecto del gobierno para garantizar la competitividad y la supervivencia del catalán en la era digital.

Aina no es un asistente de voz como Alexa o Siri; Aina es su maestra

Aina no es un asistente de voz como Alexa o Siri; Aina es su maestra. Una inteligencia artificial que ha nacido para salvarnos las palabras. De momento ya es el mayor corpus del catalán creado hasta ahora, con 1.770 millones de palabras con metadatos de contexto. Ahora mismo es un corpus en formato texto y pronto también lo será en formato audio. El próximo paso será entrenar la red neuronal para que aprenda el catalán generando modelos de la lengua, del habla y para la traducción. Un proyecto que lo estamos impulsando con la colaboración del supercomputador Marenostrum y las investigadoras en minería de datos del mismo BSC (Barcelona Supercomputing Centre).

El proyecto lo hemos bautizado con el nombre de Aina en homenaje a la filóloga menorquina Aina Moll, figura central de la promoción y la normalización del catalán y primera directora general de Política Lingüística de la Generalitat de Catalunya de 1980 a 1988. Ella fue la artífice del lanzamiento, en 1982, de la primera campaña institucional de sensibilización sobre el uso de la lengua "El català, cosa de tots" que, con el popular personaje de Norma al frente, tenía como objetivo concienciar a la sociedad sobre la situación sociolingüística del catalán. Un año después, se aprobaba la primera ley de normalización lingüística. Además, y como curiosidad, Aina contiene una referencia a la tecnología AI (inteligencia artificial en inglés) que hará posible su normalización en el ámbito digital.

El proyecto lo hemos bautizado con el nombre de Aina en homenaje a la filóloga menorquina Aina Moll

Que el catalán es cosa de todos se demuestra con el hecho de que desde el Departament de Polítiques Digitals también se puede trabajar para contribuir de manera activa a que el catalán sea la lengua vehicular de nuestro país. Ahora en el ámbito digital.

Desgraciadamente, no podemos decir lo mismo de las instituciones del Estado. Y eso que la Constitución española que algunos tanto mencionan dice, en su artículo 3, que "la riqueza de las diferentes modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección". Creo que todos estaremos de acuerdo en que es muy probable que sea posible hablar antes con Alexa en catalán, que hacerlo en el Congreso de los Diputados o en el Tribunal Supremo. Un Estado, que en una sentencia reciente de uno de sus altos tribunales, obliga al País Valencià y a Catalunya a comunicarse exclusivamente en castellano.

En definitiva, como ciudadano del mundo, soy como soy porque vivo, siento, pienso, trabajo, me expreso y amo en catalán, tanto en mi vida pública como en la privada, y quiero poder hacerlo también en la digital. Y como yo, unos cuantos millones de personas más. Porque sentirse catalán quiere decir también hacernos nuestro el final del poema de Espriu con el que he empezado este artículo: "Nos mantendremos fieles para siempre al servicio de este pueblo".

 

Jordi Puigneró i Ferrer

Conseller de Polítiques Digitals i Administració Pública