No, este no es un artículo de crítica hacia el eurodiputado Ernest Urtasun, pero sí que un tuit suyo me sirve para compartir con usted algunas reflexiones que, en lenguaje de los Muppets, sería "y ahora os explicaremos la diferencia entre terribles cosas que pasan lejos y terribles cosas que pasan cerca". Y, de paso, algunas preguntas que me han venido en la cabeza después de leer eso:

Urtasun

No hay ningún tipo de duda de que si hay miembros de la extrema derecha en su ejército, Alemania tiene un problema. Y si el gobierno federal lo sabía desde hace muchos años y ha mirado hacia otro lado, entonces ya tiene dos problemas. Y muy graves. Y a la historia reciente del país me remito. Y si varios periodistas de investigación y activistas han conseguido las pruebas necesarias para demostrarlo y eso ha servido para cortar la situación de cuajo, felicidades a todos ellos por el trabajo hecho. Y felicidades y gracias a Ernest Urtasun por hacérnoslo saber.

Pero, ¿es posible que en otros países del mundo suceda alguna cosa parecida? ¿O incluso peor? Es decir, podría ser que lo mismo que han descubierto que sucede en Alemania sea habitual en otros estados, incluso de la Europa occidental. ¿Y que no sólo afecte al ejército sino a la policía y a otros cuerpos de seguridad públicos? ¿Es probable que en alguna ciudad costera de algún país de la Europa occidental haya habido manifestaciones policiales (y no sólo una) donde se hayan visto actitudes, formas y maneras fácilmente identificables con la extrema derecha? ¿Y puede ser que en estas manifestaciones se hayan realizado comentarios y afirmaciones perfectamente homologables con el ideario de la extrema derecha? ¿Y puede ser que se hayan hecho de una manera muy evidente para que quede claro el pensamiento de sus responsables?

¿Y puede ser que en algún país de la Unión Europea, miembros de sindicatos policiales hayan hecho repetida ostentación en público de sus ideas xenófobas, racistas y fascistas y hasta muuuchos meses después nadie haya tomado ninguna medida? Ojo, y aquí no hacía falta ninguna investigación de ningún periodista ni ningún activista haciendo ninguna presión, sólo hacía falta teclear la dirección youtube.com y tener ojos y orejas. Y, ¿existe la posibilidad de que en algún país de la UE haya policías de paisano que, sin cruzar una sola palabra y al grito de "¡Viva Franco!", agredan a periodistas que caminan por la calle? ¿Y puede dar la casualidad de que estos policías estén afiliados a partidos de extrema derecha? ¿Y también podría ser que miembros de cuerpos policiales expliquen en privado la exhibición de símbolos fascistas que compañeros suyos de otras divisiones hacen en dependencias de uso interno del cuerpo?

Ojo, no estoy diciendo que todo eso pase, sólo pregunto si podría pasar. Y añado otra pregunta: ¿podría ser que si esto sucediera, los gobiernos de los países afectados hace años que estén mirando hacia otro lado, como una Merkel cualquiera, en lenguaje Urtasun, porque en estos probables países la infiltración de la ultraderecha en las instituciones es tan fuerte que han creado un Estado paralelo con más fuerza y más poder que el gobierno? Considerando que al gobierno de turno le moleste la presencia de la ultraderecha en los estamentos oficiales del Estado...

Denunciar la dejadez del gobierno Merkel en esta cuestión está muy bien. Y seguramente para muchos de sus enemigos ideológicos tiene un plus porque ella es el coco hecho mujer. Pero ahora que, parece, allí la cuestión está ya resuelta, estaría bien denunciar la situación en lugares donde hemos visto cosas que Merkel no creería. Y las hemos visto con nuestros propios ojos. Y sin mirar a ningún otro lado. Muy al contrario.