Y cuándo piensas que ya no te pueden sorprender, patapam, patada en el paladar de la realidad.

Unos ciudadanos que afirman ser "profesionales enamorados de Pamplona" van y se inventan una cosa que denominan "El tour de La Manada". Una cosa que es exactamente esta:

La Mandada

Pues sí, lo ha leído bien, se trata de pasear alegremente por los lugares donde "Cinco varones peinados a la última moda" violaron a una chica, aunque unos jueces han confirmado justamente hoy que aquello sólo fue un abuso.

Una vez acabada la visita (la del tour), se incluye la simpática posibilidad de ir a "una tienda próxima" y comprar "las camisetas que llevaban los miembros de La Manada". Un detalle muy bonito, sobre todo si son una copia. Porque si son las camisetas de aquel día estarán meadas y vomitadas hasta límites intolerables. Ah, y también es posible adquirir "calcomanías a imitación del tatoo de El Prenda". Una oferta imbatiblemente inexplicable.

Los organizadores de la cosa primero han cerrado la página que incluye la oferta. Después la han vuelto a abrir. Y por el medio han dicho que a la excursión ya se han apuntado 20 personas y que ante este éxito se plantean cobrar. Ciertamente memorable. Y han hecho pública una nota y todo, cosa que demostraría que aparte de estar enamorados de Pamplona, saben escribir. Y en esta nota dicen que están "muy sorprendidos" por el evuelo. Y ante eso, si todo lo que le he explicado hasta ahora es repugnante, aquí hemos tocado hueso. Sí, porque este es el gran problema.

Si se han sorprendido es que encuentran normal esto que han hecho. Si se han sorprendido es que consideran la cosa más natural del mundo hacer una ruta por los bares donde los varones peinados a la última moda estuvieron emborrachándose, por el lugar donde estos "it boys" que marcan estilo con sus camisetas conocieron a la chica y por el portal donde estos grandes seductores perpetraron el hecho. Todo, lo más normal del mundo. Una sorpresa total.

Y también encuentran normal que su excursión a la humillación de la víctima y a la banalización de la violación se hayan apuntado 20 homínidos imposibles de calificar porque no se ha inventado todavía una palabra que los defina con precisión. Eso también es lo más normal del mundo, efectivamente.

Pero claro, como ho va a ser normal dar una inocente vueltecita por Pamplona si es normal la decisión judicial, si es normal la reacción favorable a la sentencia de una parte de la sociedad española y si en varios programas de TV se blanqueó la imagen "de estos pobres chicos". Ante el panorama, ¿quiere una cosa más normal que un humilde paseo pamplonés?

Empiezas bombardeando guarderías, residencias de ancianos y hospitales y acabas saltándote un semáforo en rojo. Porque una cosa acaba trayendo la otra.