¿Recuerda cuál es la oferta estrella de Madrit (concepto) cuando las cosas entre los gobiernos de aquí y de allí van fantásticas? Efectivamente, traer al Senado a BCN. Una propuesta imposible de rechazar y que es un clamor ciudadano. De aquí la existencia de la plataforma "Sin Senado sería insensato". Ahora iremos a este proyecto tan estimulante que se ha visto superado en ilusión -y mire que es difícil- por dos acontecimientos que superan la suma de los JJOO de 1992 y el Forum  de las Culturas del 2004. Pero primero nos paramos un momentito en el concepto "las cosas entre los gobiernos de aquí y de allí van fantásticas".

Sí, porque en la relación bilateral hay momentos de gran distensión, como el actual. Son instantes de gran armonía donde el gran éxito es que no sucede nada. Ni para bien ni para mal. Todo fluye como un río que ni nace ni desemboca, ni va de un punto a otro, ni del otro al uno, y de hecho ni va ni viene. El agua está allí, pero podría no estar. Y podría no ser ni agua. Son épocas tan relajadas que ningún presidente catalán es fusilado, ni encarcelado, ni procesado; ni ningún gobierno acaba juzgado, ni encerrado o en el exilio. De hecho las dos épocas se diferencian por contraste: o es la guerra (real y metafórica) con armas o tribunales o es un encefalograma totalmente plano. Y cuando vivimos esta calma, ¡patapam!, la gran oferta es el Senado. Como para rematarla.

Pero esta vez hemos superado las expectativas. Con creces. Ahora sí que esto del encaje está resuelto. Qué digo resuelto... ¡está blindado! Imagíneselo, no sólo nadie ha invocado el Senado sino que 1/ la selección española de fútbol vendrá a jugar un partido amistoso, y no en una ciudad sino en dos -Cornellà y El Prat- y contra Albania. Sí, habría tenido más gracia contra Kosovo -de cara a llenar el campo- pero también es un partido muy interesante. Apasionante diría yo. Y cuando todavía no hayamos superado la emoción del momento, 2/ BCN será el punto de salida de La Vuelta de este año y el día siguiente será el final de la primera etapa. Pero no se vaya todavía porque la oferta incluye que en la capital catalana también harán la gala de presentación de los equipos y el spot oficial! ¡Y de regalo un vale por el sorteo de una yogurtera y de dos entradas para Catalunya en Miniatura!

Teniendo en cuenta que esto de ser el punto de salida de La Vuelta no había sucedido desde 1962, cosa de la cual sólo hace 60 años (felicidades a los premiados) y que por el medio BCN incluso ha sido final de una etapa del Tour, es evidente que estamos ante un cambio de ciclo, de un momento histórico. ¡Esta vez sí que sí! ¡El Procés ya es historia! Pero claro, como los catalanes nunca tienen bastante y son insaciables, seguro que pagarán este gesto de inmensa generosidad con la moneda del "queremos más". Y, como los conozco, ya sé qué reclamarán. Y no será cualquier cosa, no. Querrán lo que saben que un gobierno que se viste por los pies no puede dar. Por mucho que quiera.

Vienen días de mucha tensión. Una Catalunya que debería estar feliz por poder ver jugar a La Roja y animar a los ciclistas de La Vuelta, buscará el enfrentamiento institucional exigiendo que Pedro Sánchez grabe el próximo vídeo de humor bélico en alguna ciudad catalana. ¡Y eso sí que no! La estrategia comunicativa del Gobierno, cuando afecta a las relaciones internacionales y en un momento de gran tensión prebélica como el actual, sólo se puede hacer en la capital. ¡Eso es irrenunciable! Porque si no se hace allí, seguro de que no queda igual de natural y creíble.

Pedro